domingo, 30 de septiembre de 2012

Más sobre el Romanticismo

Del post anterior se podría deducir que ya no soy romántica, porque lo cierto es que me quedó un texto seco como la mojama. Ayer cantaba al realismo y al sentido práctico en las relaciones amorosas pero por la noche me acosté pensando en las revoluciones perdidas y posibles.

Ya he escrito alguna vez que yo soy una romántica del Dieciocho, romántica a la manera de los viejos, buenos románticos que daban un sentido trascendente y casi místico a la existencia. Mi romanticismo no es el de mis veinte años porque hacerse mayor me dio serenidad y aplomo, pero sigo confiando en el genio individual, en el valor de la lucha, en la irrefrenable fuerza de los sentimientos.

Romántica, que no ñoña.

Romántica y libertaria.

Romántica y antigregaria.

Romántica pero no soñadora.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A riesgo de desatar la ira de una mujer y para peor, una mujer inteligente, sugiero humildemente que tus creencias ( en el genio individual, en la lucha y en los sentimientos) tiene más que ver con el idealismo que con el romanticismo, que son primos y no hermanos.
Saludo respetuosamente, arrodillado sobre granos de maíz.
Un beso grande

Mar dijo...

A riesgo de resultar una pedante insufrible, te diré que hablo del Romanticismo como movimiento cultural de finales del XVIII y primera mitad del XIX ... (si sigo me muero de pedantería.

Y déjate de saludos a la manera sumiso, que me da mucha grimilla!!!

(Ira no me provocaste, pero tuve que consultar los términos "Romanticismo" e "Idealismo" en un diccionario de Filosofía, por si metí la pata)

Besos.

Anónimo dijo...

Touché. Bueno, no se puede ganar siempre. Jaja
Qué es grimilla?
Besos

Mar dijo...

Para mi, grimilla es algo que me da un poquito de asco. Tengo un diccionario grimoso y todo!!

Besos.

Anónimo dijo...

Qué amabilidad la tuya, querida Mar, jajjajaj