sábado, 24 de septiembre de 2011

Biorritmos


Yo antes no enseñaba los pies y ahora los luzco que da gloria. Gracias a mi parejita de podólogos, una parejita encantadora que me trata cada dos meses y me cuida estas uñas miserables.

Me cambié el nick y ya no es nick sino mi medio nombre. Cosas de los biorritmos y los cambios de estación. Me encuentro más cómoda con mi medio nombre -el que inventó E. y suena tan bonito y tan bien cuando lo pronuncia-. Igual de cómoda que con mis pies podológicamente tratados y reinsertados en la sociedad.

Le conté a mi hermana, a mediodía, cosas de los biorritmos. Pseudoteorías mías con cosas leídas aquí y allá. Ella me decía, jo cuántas cosas sabes. Y es que yo soy la hermana lista de las tres -las otras se reparten otras cualidades que a veces envidio-. En realidad no tengo muy claro qué coño son los biorritmos pero el otoño me sienta bien, este fresquito y la luz de las tardes. Me gusta estar en vaqueros en casa. En vaqueros y chanclas, yo tampoco usaba antes chanclas, por no enseñar los dedos.

En otoño me vuelvo más trabajadora, quizás me venga la inspiración. Estuve leyendo un artículo sobre Jonathan Frazen -me compro Libertad en cuanto la coloquen en las estanterías- y sentí una envidia TREMENDA.

Dejé Salvajes a medias porque he empezado Danza de dragones y ya no puedo parar.