sábado, 31 de julio de 2010

Tus botas


Tus botas nuevas. Huelen a nuevas.

Las estrenaras el domingo? El lunes?

Tus botas caminando, Tus largas, larguísimas zancadas. Tu andar nervioso.

Te quitaré las botas.

jueves, 29 de julio de 2010

Viento en la playa

Cada día mi madre y yo hablamos del viento.Es un tema de conversación habitual en esta costa bendita donde vivo. Yo digo: Es levante.Y mi madre contesta: Si, pero está frito por saltar el poniente. Hablar de los vientos es un tema inagotable. Y da igual que nos repitamos. Aquí es importante controlar el tema "vientos". No se está igual en la playa con levante o con poniente. Con poniente te mueres de calor pero el agua está transparente y muy fría. Con levante hace fresco en la playa y no apetece bañarse, pero el agua está calentita, aunque turbia. Con poniente se ve el horizonte, se ve muy lejos. Con levante hay bruma y pitan los barcos. Con poniente la arena quema y la mar está rizada, sobre todo si es poniente fuerte. Con levante el aire va húmedo y no te secas al salir del agua. Con poniente el mar tira para adentro. Con levante hay olas y a veces, algas, maderas y alguna basurilla.

Puede soplar poniente fuerte y no hay quien pare en la playa. Puede estar por rolar y no sabes a qué atenerte -como estos días que está por saltar-; puede soplar viento sur y sentir la piel que arde; puede pegar el levantazo y volverse una majara. El tema "vientos" es complejo, delicado y nos define. Con levante duele la cabeza y los ánimos se alteran. Hasta las moscas se revolucionan con el puñetero levante. En invierno el poniente trae lluvia y en verano sopla seco..., en invierno el levante es inaguantable y deprimente. Por supuesto, a cualquiera de esta zona le preguntas por el viento y contesta sin dudar. A veces solo con salir a la calle y olfatear un poco, basta.

Despues de hablar del viento mi madre y yo, en la playa, nos compadecemos un ratito de la pobre gente que vive en el interior. Yo digo: ¿Cómo puede vivir la gente en verano sin playa, mami?. Mi madre contesta: Ya ves tú, toda la tarde encerrados en la casa, qué agobio, ¿eh?. Yo: La gente va a la piscina. Mi madre: Puag.

Luego las dos nos quedamos muy satisfechas de nuestra conversación -todos los dias la misma, parece mentira, y no nos cansa- sin importarnos mucho lo triviales e intrascendentes que podemos ser. Los niños corretean y se zambullen, andan ya renegridos y da gloria verles tan dichosos.

sábado, 24 de julio de 2010

Libros que no me leo (o me leo y mando a tomar por saco)

Hace unos días mi amiga maiKO decía que era la única persona del mundo BDSM que aún no había leído los Cuadernos susodichos. Lo escribía en su blog con esa gracia suya tan delicada (ole mi niña) y a veces un poquito exagerada. Cómo que la única que no ha leído los Cuadernos BDSM!!! Vamos, por Dios!!!! Exagerada!!!! (Yo misma me he leído artículos sueltos, pero lo confieso, soy incapaz de leerme un Cuaderno entero de cabo a rabo.)

Lo cual me lleva a esas lecturas que llaman imprescindibles y que yo digo que no, que no lo son y que el mundo no se para si no se leen. Rayuela, mismamente. Qué asco le tengo a Rayuela. Yo me puse a la tarea de leerla en su día -enamorada de J., el gafapasta carismático, que leía Rayuela y se sabía entero el capítulo número 7-. En aquellos tiempos, ni muerta iba a confesar yo que lo que me leí de Rayuela - más de la mitad- no me enteré ni papa. Qué asco de la Maga con sus neuras, que asco de Horacio Oliveira y sus paridas.

O El Principito. Agggg. No puedo. Vomitiva. Y mira, no se cae el cielo sobre mi cabeza al decirlo. Vomitiva su poesía babosa. Hay gente que le encuentra el punto BDSM al El Principito. Qué asquito..

No puedo con Paul Auster, ni con Haruki Murakami. No puedo con García Márquez (excepto los Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera). No puedo con Saramago, que no. No puedo con ellos, lo cual no quiere decir que les considere sobrevalorados ni malos escritores. Es que no les encuentro la gracia, no me enganchan ni me emocionan. Y a mi, un buen libro es que el que agarra del cuello y me mete dentro. Sin evasión, no hay emoción.

No pude con Sobre héroes y tumbas, no pude con el Ulysses ni con El ruido y la furia. Empecé El Quijote dos veces y ninguna la acabé. Hay muchísimos imprescindibles que jamás lograré leer. Ya puedo dormir con ello. También hay otros muchos que he leído y sobre todo, disfrutado: esos sí me agarraron y me sumergieron. Lo cual es lo que importa, da igual que en el haber de uno haya cien títulos imprescindibles si se han leído para quedar bien. Hay quien lee como un acto de esfuerzo y qué penita me dan. Yo leo por placer. Si lo que leo no me da placer, a tomar por saco.

sábado, 17 de julio de 2010

¿Hay piratas en Gor?

Me va a salir un post ñoño. Pero vale, porque sigo pachucha.

Además, ayer vi El piano, solté unas lagrimillas y me acosté con mi paracetamol y elevadas dosis de azúcar cerebral.

A las 4 volví a tener fiebre, me tomé la pastillita como las viejas y empecé a sudarla. Cuando me dormí empecé a soñar. Los sueños de fiebre sudada son de lo más tonto.

(Ya sabes que soñé Contigo, que llevabas un aro en la oreja y barba de tres días. Una cosa de lo más tonta.)

Parecía, E., un pirata de Gor. ¿Hay piratas en Gor?

jueves, 15 de julio de 2010

Con fiebre en julio

Ya hay que ser pringada. Creo que la culpa es del Corte Inglés. Fui con mi hermana a las rebajas y me puse mala a las dos horas. Ir de compras con ella es la pera: ella siempre se fija en ropa por la que yo pasaría de largo y la jodía siempre acierta. Gracias a ella me compré una camiseta chula de verdad, de esas que el tirante parece que se te cae pero no, que el tirante es asi. La cajera se quejaba del frío. Hacía un frío pelón y claro, al salir, bofetada de calor.

Llevo dos días con fiebre y hecha una piltrafa. Del sofá a la cama y de la cama al sofá a ver telebasura, porque no doy más de si. El médico me ha recetado paracetamol, lo sabía, yo no quería ir al médico porque sabía que me iba a recetar paracetamol tan pancho.

Ya estoy mejor pero no puedo con mi cuerpo, estoy superautocompasiva y desganada. Ni voy a poner video ni nada, que no tengo ganas.

(Pero la camiseta me queda de muerte)

martes, 13 de julio de 2010

Filosofía amorosa

"El amor es como el queso: si es de calidad, mejora con el tiempo"

JERÓNIMO STILTON


Llevaba yo un tiempo filosofando sobre el estado amoroso en plan subliminal. Yo teorizar ya saben que no se y poner por escrito aquí el resultado de mis reflexiones es, además, un rollo patatero. Ya digo, reflexionar yo reflexiono mucho y me pongo muy orgullosa de ver lo lista y reflexiva que soy. Pero luego entro en blogs de todo tipo y veo cómo se enrolla la peña, cómo hilvanan un tema con otro y argumentan, teorizan (esa cosa que yo no se) y se explican tan bien... y ya me aturrullo. No se escribir sobre el amor. Esas profundas reflexiones mías de la hora de la plancha me las tengo que guardar.

Ni siquiera con E. me sale, tambien me aturrullo y balbuceo pavamente. A Él le mola mi pavura, pero no creo que sea bueno abusar de ella. A mis cuarenta y dos tacos (estupendos).

Entonces, de casualidad, encontré esa cita en un cuento del ratoncito encantador: Jerónimo Stilton. El sitio más humilde para una reflexión tan profunda como sencilla. Cuanto más tiempo. Lo cual implica, como ya sabemos, esfuerzo, paciencia, empatía y todas esas virtudes teologales tan necesarias y a veces olvidadas.

(Estoy con fiebre y desvarío un poco, pero ya puse una vez que me mola escribir así y ver qué pasa)

lunes, 12 de julio de 2010

Oe,oe,oe,oe

Yo ni vi el partido ni nada porque me pongo muy nerviosa. Estuve cenando más o menos tranquila y leyendo, oía el futbol y me preguntaba por qué sufro, si no es para tanto... Por la tarde, en la playa, a eso de las siete, ya no había nadie. Era extrañísimo, un domigo en una playa que se pone a tope, y estábamos cuatro gatos. La señora de las duchas estaba la mar de contenta porque la media hora de trabajo que le quedaba se lo iba a pasar sentada escuchando el partido por la radio.

Cuando cené me fui arriba y flipé con el vecino de enfrente. El hombre transmitía literalmente el partido, se cagaba en los muertos del árbitro, chillaba de agonía. Un número. Ese vecino me cae muy mal porque tiene pinta de cabrón y siempre aparca de forma puteante. Así que en el fondo, me alegraba yo de su agonía.

Ya bajé cuando el gol de Iniesta y aguanté -también un poco agónica- los minutos finales. Se me saltaron las lágrimas, mandé un sms a E., llamé a mi hermana mediana, le mandé un sms a mi hermana chica y también llamé a mi padre. En la calle, como en todas las calles, había una orgía de pitos y petardos. Me hubiera gustado salir un rato a ver el ambiente, pero me pudo la pereza y me quedé en el sofá a ver el beso de Iker.

La gente estaba feliz. E. estaba feliz. Mis niños estaban emocionados, y mi padre... esas cosas no tienen precio.

A los snobs que desprecian el fútbol y sus emociones... que les vayan dando.

domingo, 11 de julio de 2010

Dolce far niente

Bendita, bendita serenidad, aunque a veces por la cosa más tonta -un viaje, una llamada, una espera- me ponga de los nervios.

Pero mientras, bendita serenidad.



martes, 6 de julio de 2010

Felicitats


Perque l´amor és com el formatge

jueves, 1 de julio de 2010

Llanura goreana

Como las llanuras son formaciones geológicas y ya se sabe que el tiempo geológico no se corresponde con el humano, no tenemos prisa, que la llanura siempre está a nuestra vera. Yo me asomo a la ventana y la veo, centelleante al sol.

Lo bueno de Gor es que es inventado. Lo bueno de las fantasías inventadas es que se acomodan muy bien y en verano se impone el acomodo mental.

Las llanuras goreanas son onduladas, flexibles, elásticas, suaves llanuras con colinas redondas. En verano al mediodía cantan las chicharras. En verano, a la medianoche, cantan los grillos y caen estrellas.

En la llanura de Gor no hay prisas en verano, la pereza es ley. Y los besos.