viernes, 31 de diciembre de 2010

"Nosotros no somos de planes quinquenales"

La Nochevieja no es lo mío. Con lo que me gustan a mi las Navidades y cuánta desazón me entra en Nochevieja. La tele en la 1. El reloj de la Puerta del Sol. Las uvas preparadas (y peladas y sin pipas, me paso un buen rato previo pelando y despepitando). Me entra una angustia absurda: si cada día dan las doce y ni me percato, por qué éste día tengo que vivir el paso del tiempo ...

Algunos años he aprovechado una gripe u otra excusa barata para escaquearme, algunos años me he metido en la cama a las diez y las doce han campaneado conmigo dormida -o haciéndome la dormida-. Hubo años en que las campanadas me tenían al lado de mi abuela. Yo me aferraba a ella, en el brazo de su butaca habitual y la miraba de reojo mientras tragaba las uvas. Cuando acababa y ya era el nuevo año, me abalanzaba sobre sus tetas rotundas para comérmela a besos. Un año más.

Pero "nosotros no somos de planes quinquenales" , me dice E. y con eso, sin darse cuenta -o quizás intuyéndome, porque a menudo nos decimos cosas sin hablar-, me quita la intranquilidad. ¿Qué importan las doce de esta noche? ¿Qué importa el día uno del año dos mil once? ¿A qué planificar, a qué poner barreras,establecer límites temporales, anudar fechas?

¿A qué planificar, a qué desear ventura, precisamente hoy, esta noche, mañana por la mañana? No somos de planes quinquenales, Amor, sino más bien volterianos. Acoplamos la riqueza de las naciones a la nuestra y valoramos la productividad diaria, gramo a gramo, en un marco libre. De libre mercado o quizás un tanto keynesiano, dado que nuestra relación tiene su componente D/s, y no hay que descartar el poder de control del Amo, en momentos de recesión.

(No obstante, y dadas mis reminiscencias radikales con k ... no puedo acabar sin desear lo que todos desean un día como hoy. )

jueves, 30 de diciembre de 2010

Una lista de películas navideñas (no específicamente navideñas)

El walkie, la perdición de Gruber
Jungla de cristal: una superfiesta navideña al estilo Los Ángeles que se convierte en ensalada de tiros. Me gusta Bruce Willis con esa camiseta que poco a poco se va rompiendo más. Y -oh, placer culpable- me gusta Alan Rickman, qué morbazo me da ese tío (aunque aquí sale feo, pero qué me dicen de su Coronel Brandon en Sentido y sensibilidad?). Jungla de cristal es mítica, mítica, tiene frases que nunca cansan (diez millones de terroristas en el mundo y tengo que matar a uno con el pie de mujer) y el buen rollito que destilan McClane y el sargento Powell a mi me enternece un montón.

Alan Rickman pecando en Navidad
Love Actually: ese final, ese final me mata de gusto. A mi las pelis de historias entrecruzadas me entretienen una barbaridad y si encima acaban como acaba ésta, es el remate; me doy el hartón de llorar de puro corazón henchido, qué cosa más absurda y más agradecida también. Además, sale Alan Rickman.

Los fantasmas atacan al jefe: casi cualquier versión del Cuento de Navidad de Dickens me mola y ésta es la más petarda. Ese crack que es Bill Murray es aquí un Mr Scrooge muy cabroncete y todo lo que le pasa bienvenido sea. Hace mucho que la vi, pero ocupa un lugar privilegiado en mi corazoncito, planta "mitos ochenteros".

Dios ante el pavo de Navidad
Los teleñecos en Cuento de Navidad: es que aquí Mr Scrooge es nada menos que Michael Caine, no hay más que hablar. Michael Caine es Dios. Y sale Gonzo. Gonzo es mi teleñeco favorito.


Es ella, Ángela Bassett
Días extraños: tengo fijación por esa película, esa atmósfera chunga, Ralph Fiennes pasándolo fatal y metiendo la pata todo el rato, el año 2000 a punto de comenzar y no se sabe si llegará el apocalipsis, Los Ángeles lleno de tipos malos muy sucios y feos y ... Ángela Bassett, ay, Ángela Bassett ...

miércoles, 29 de diciembre de 2010

En el paraíso

Me gusta la D/s que transgrede normas y que va a contracorriente. Me resulta muy aburrida la D/s de pensamiento único. Me gusta la gente que se ríe de si misma, que se divierte con la D/s. La D/s no es -no debería ser- una forma de vivir doliente y lastimosa. Que ya hay muchas penas por el mundo para encima echarnos una más a los hombros, joder, la sumisión debería ser un paraíso en la Tierra (o en Gor, también en Gor, ay esas barras de bar en Gor, con solitarios Señores que beben paga).

El problema es que la D/s se utiliza, en ocasiones,  como medio y no como fin. Medio de superar soledades, medio para doblegar voluntades, medio para controlar al otro, medio para vencer autoestimas bajas. No se puede - no se debería- ser sumisa si la vida la machaca a una: un Amo no soluciona nada. Las soluciones las pone una misma. (Joder, me leo y pienso, dónde vas tú, creída de mierda... pero es lo que hay).  Las mujeres que optan por el placer de la sumisión deberían tener plena conciencia de ese concepto: PLACER, no un dolor más que echarse a las espaldas.

Probablemente soy una creída del carajo, me la suda. Me lo tengo creído porque tengo mis puñetas, mis estupideces y mis neuras tontas ... pero también soy dura como una piedra. E. dice estar orgulloso de mi  y la forma que tiene de usar ese adjetivo es crucial en mi admiración hacia Él. No me lo dice cómo el amo gilipollas que habla de lo orgulloso que está de su perrita, tan lista y tan graciosa. Está orgulloso porque no soy sumisa. Está orgulloso porque es el único hombre que me ordena que me arrodille y lo hago sin dudar, con mis dos ovarios bien puestos. No hay morbo ni juego. Hay puro placer de amor, de lealtad, de admiración hacia Él. Es el paraíso.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Renovación

He cumplido cuarenta y tres años.

He renovado mis votos hacia E.

Ahora yo podría escribir un bonito, arrebatado y romantiquísimo texto sobre la entrega y la sumisión, pero está claro que no. Si pusiera por escrito palabra por palabra todas las que se pronunciaron, saldría un post rebosante de pasión esclava. Saldrían palabras bonitas y místicas. No es mi estilo.

Porque no encuentro las palabras exactas -yo, que adoro la exactitud linguística- para nombrar lo inefable. La voz de E., las palabras seguras de E., su tacto cálido. No encuentro adjetivos. Era E. y puedo llamarle Amo, puedo nombrarle de las múltiples maneras que denominan a la persona amada y poderosa, pero al escribirlas no le hacen honor.

Tampoco puedo trascribir la plenitud, la dicha, la serenidad. Ni la pasión. Porque no fueron palabras ni actos producto de mi calentura -aunque la tuviera- . No me da la gana escribirlo, joder, no me da la gana escribir cosas bonitas sobre entrega, sumisión y Dominación porque saldría una cosa ñoña y sin sentido. Y mis votos, lo que he recuperado, los vínculos que se han renovado entre los dos no tienen palabras que los definan.

viernes, 24 de diciembre de 2010

En Nochebuena

La mejor historia que he leído para este día es Cuento de Navidad, de Charles Dickens.

Mi deseo es la frase con la que acaba, en boca del pequeño Tiny Tim:

Y que Dios nos bendiga a todos.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Contemplación, no baboseo

Hace tiempo escribía yo sobre el noble arte de la felación dándomelas como es habitual de listilla. He tenido que ir a buscar esa entrada porque quería pillar el tono que empleé, dado el tema que quiero tratar. Lo que pasa es que no termina de convencerme del todo ese tono y me veo repipi. Cosa que en este tema preciso no conviene para nada, porque hablar del objeto de mi contemplación nocturna y emplear un tono repipi no cuadra en absoluto.

Solo quería explicarme, porque para eso está este espacio y porque me apetece.

Yo escribía sobre cómo mamar una polla en condiciones y ahora quería hablar de cómo admirar una polla en condiciones. Es un post similar, pero no me importa, ya digo que me apetece.

No me gusta babosear mientras admiro. Admirar con baboseo quita veracidad al acto de mirar. O se mira o se babea. Si me pongo a babear me desconcentro. Pienso "¿estaré babeando bien?" , "¿quedará Él encantado con mi babeo?".

Y no. Yo soy más hierática en mi contemplación, porque destino mis sentidos al único acto de mirar. Digamos - chorramente- que aplico el método empírico a la contemplación de la polla amada. Observación, formulación de hipótesis, comprobación de resultados. Así que si me distraigo babeando, no sacamos nada en limpio.

No, no voy a babear. Me voy a limitar a mirar, a admirar, a sacar conclusiones. Quizás sean conclusiones que me hagan levitar, quizás sean conclusiones que me lleven a la catarsis, sean las que sean, por mi parte nunca habrá tópicos, ni pasos en falso. Ni habrá ñoñerías, ni espiritualidad mal entendida, ni adjetivos muy sonoros que no dicen realmente nada.

(Tú sabes que no me gusta hablar por hablar)

martes, 21 de diciembre de 2010

Gracias, minerva

Porque también me ha concedido el premio Esencia y certeza absoluta, en Una sirena mirando al sur. Sí me gustan los premios. Es que si no me gustaran sería imbécil. Un premio reconforta, alienta, enorgullece. Por supuesto que me gusta que me lean y que haya personas que piensen en este blog a la hora de un premio. Significa que de una u otra forma lo que se escribe aquí no cae en saco roto. Es un honor. Si no le diera importancia al hecho de que me lean, este blog sería privado.

Ya otras veces he escrito que las redes que se crean en el entorno bloguero me resultan hermosas. Hace mucho que no entro en foros, ni de BDSM ni de nada. Soy tan huraña que esas relaciones de pseudohermandad que se dan en los foros -por no hablar de chats, arg- me revientan. Lo siento, de verdad, es mi problema y el de mi misantropía. Ojalá yo fuera más cibersociable.

Pero los lazos creados en la blogosfera son otra cosa. Leo a personas que me gustan y a las que admiro. Aunque la comunicación sea menos fluida, si es más cercana, más intensa, más profunda -todo lo profunda que te permite la red. Leo asiduamente a minerva, a kaya, a sondemar, a Maiko, a shurime ... también a otras mujeres que no pertenecen al mundo BDSM pero que me aportan experiencias, risas, lejana complicidad. O también disensión, desacuerdo, debate, porque no son conceptos negativos, esos, sino vivificadores y reales (de verdad que no me gustaría vivir en un mundo de pensamiento único y el mundo BDSM a veces es peligrosamente de esa manera).

Por eso reaccioné ayer así y escribí lo que escribí, sin querer menospreciar nada ni a nadie.

De todo corazón, muchas gracias minerva. Te dejo una de las canciones que más me gustan de Carlos Cano. Desde mi tierra.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Kaya me concede un premio (que me permite un rato filosófico)

Kaya me ha concedido un premio en su precioso blog y no peco de falsa modestia (precisamente de eso no tengo) cuando afirmo que es totalmente inmerecido. Estuve reflexionando un buen rato sobre cómo abordar este premio -que me plantea conflictos, como todos los premios que le han dado a este espacio. Son meras puñeterías mías-.

El premio se llama "Esencia y certeza absoluta" y lo ha creado una sumisa llamada iara. He leído el texto que justifica dicho premio, un premio poético,  un texto vibrante y apasionado pero para mi, inmerecido.

Yo no tengo certeza absoluta de nada, o sí, solo de dos cosas que por obvias no pondré aquí. En realidad el concepto "Certeza absoluta" me resulta abrumador. Casi lindante con lo fanático.

En cuanto al concepto "esencia", no lo entiendo. ¿Qué esencia? Yo no poseo esencia sumisa. ¿Eso significa que debería ser sumisa de forma innata? Y por tanto, ¿ser siempre sumisa?. No. Yo no doy valor a la sumisión innata sino a la sumisión, dentro del espacio BDSM, como un acto de elección libre y consciente.

Tampoco creo en el concepto "esencia femenina". Es un concepto determinista y unificador, terriblemente reduccionista. ¿Qué significa "esencia femenina"? ¿Viene marcada por algo? ¿Los ovarios? ¿Ser madre? ¿Tener unas características específicas determinadas por genética, por el entorno, por la anatomía????? Me niego a pensar así. No creo en esencias masculinas ni femeninas, sí en individualidades, cada una con sus puñetas, sus glorias y sus miserias.

Me temo que me ha salido una entrada tremendamente soberbia y no quiero dar a entender que me burlo del texto ni del premio, al contrario. Si me limitara a aceptarlo sin pensar, sin debatir o disentir, entonces si creo que sería una falta de respeto hacia su autora, iara, porque creo firmemente que el debate es la puerta al entendimiento. Por eso quería explicar que son conceptos que no comparto, por una cuestión de simple respeto hacia iara y hacia kaya. Gracias pues a su autora por permitirme reflexionar y por darme pie a un post menos frívolo que los que últimamente cuelgo.

Me siento tremendamente agradecida a Kaya por concedérmelo, por leerme y por las palabras bellas que me dedica. Tú si que eres una gran mujer.

sábado, 18 de diciembre de 2010

En la barra del bar


Estoy con la mano en la barra esperando a que me sirvan el gin-tonic. Era el primero de dos. Antes me había tomado dos cervezas, dos copas de vino y la prescriptiva de cava, junto a entremeses variados, presa ibérica y postre con chocolate como ingrediente secundario. Mejor. Ya casi no como chocolate, dejó de apetecerme. 

En la otra mano tengo un Nobel. Como soy fumadora social nata, puedo pasar días sin fumar pero cuando bebo + bailo + socializo = fumo con verdadero placer. 

A mi lado está una compañera. Me gusta porque sabe escuchar y habla de sexo sin mariconadas. Es un poco obsesiva con su trabajo, lo cual nos beneficia al resto porque es una excelente profesional.

Llevo una camisa blanca de Sfera. Más abajo llevo los pitillos negros y mis zapatos de tacón favoritos. Me miré en el espejo del baño del local y realmente estoy muy buena. Al final de la noche me dolían los pies, como es preceptivo. Bailé bastante.  

Me maquillé en tonos rosa. En las fotos salgo con demasiados brillos. No soy fotogénica aunque repasando las fotos de las comidas de años anteriores, me arreglo mejor, me peino mejor -el pelo muy largo me favorece- y estoy más buena.

Hoy tengo la voz un poco cazallera, pero nada de resaca. Llueve sin parar.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Campaña pre-Navidad

Me gusta la Navidad pero más la pre-Navidad. Yo no se qué me pasa cuando ya estoy metida en faena navideña, que los días se me van como arenita del mar. En cambio esta época me pone la mar de contenta. Por muchas cosas, por ejemplo:

- las pelis yanquis de Navidad. Ya hablé de ellas. Es que me gustan una barbaridad y eso que siempre son igual: niño de un pueblo del Medio Oeste, muy bonito y muy nevado, que no cree en la Navidad y un Santa Claus que entra en crisis por ese motivo. Suele haber perritos, renos, elfos y cosas así y al final el niño cree, hay nieve, regalos, más renos y Santa Claus jojojo. Yo siempre acabo llorando.

- el día de la Lotería. Yo como mucho llevo un décimo del trabajo y nunca toca pero me gusta el ambientillo: el soniquete de "miiiiiiil euroooos" y la frase típica: "Ya ha caido el segundo premio", etc. Nunca toca pero siempre se ilusiona una, es que la publicidad tiene mucha tela. Y luego, que yo soy pamplinosa, me emociono con la gente que sale en el telediario superfeliz porque le ha tocado el Gordo. Es que yo tengo mucha empatía.

- el concurso Papanoeles: para jugar con los peques cuando los llevas de paseo. Cada Papanoel que se ve colgando en una ventana o balcón, son 10 puntos. Si son Reyes Magos, son 20 puntos. Si es una colgadura del Niño Jesús, 30 puntos. Y si es una colgadura del Nacimiento, la rehostia ya, 50 puntos por la cara. Los puntos se los lleva el primero que los ve. Es un concurso de mucha tensión y nunca exento de polémica. Y el paseo se hace muy entretenido.

Y hay más cosas pero ya no tengo ganas de escribir más. Eso si, que no le guste a uno la Navidad es absolutamente respetable. Hubo una época en que a mi no me gustaba nada. Lo que no aguanto es a la gente que adopta esa actitud desafiante de "NO me gusta la Navidad" y ojito al que me contradiga. Como si fuera muy cool eso de odiar la Navidad cuando no es más que una opción personal.

martes, 14 de diciembre de 2010

Regreso

He recibido un comentario de sondemar -cariño, no lo publico por ser tan personal, prefiero responderte con esta entrada-. Desde ya digo que la esperaba. Porque ha vuelto a publicar en su precioso blog y porque sus escritos tienen un nuevo aire, o el mismo pero diferente... vamos, yo me entiendo: su erotismo cegador y a veces agresivo parece que va renaciendo.

Anda que no me ha hecho ilusión que me escriba. Debo ser franca: pensé que lo nuestro se había acabado, como tantas amistades vía virtual se acaban. También pensaba en lo que realmente ha pasado... hay momentos en que no se está para nadie, yo misma soy así, cuando no estoy, no estoy.

Pero ella no es mediocre. Las mediocres no resisten el paso del tiempo y olvidan a sus amigas. Solo son capaces de entablar mediocres amistades. Efímeras. Que no son amistades ni son nada. Y sondemar no es mediocre, que ya la tenía yo calada desde los tiempos de sométeme. Qué tiempos aquellos.

(Así que mi preciosa Dama del Norte, gracias por volver, por leerme y por no olvidarme. Yo tampoco lo hice.)

jueves, 9 de diciembre de 2010

Una lista de cosas grimosas

Hay cosas muy grimosas a las que tengo especial manía. Una vez E. se dio de lleno con una de esas cosas. Él pensaba que era algo que me haría reir y resulta que no, que me daba fatiguita. No iba yo a disimular: cuando una cosa me da fatiguita tengo que confesarlo. El bicho en cuestión era un muñequito de peluche que salía en un anuncio. No le tengo manía a los peluches y tampoco a ciertas marionetas, pero sí a los peluches-marionetas que hablan y se suponen son divertidos.

También les tengo una manía horrorosa a los payasos. A todos sin excepción. Hay una pelicula que no veré jamás, la última de Álex de la Iglesia, que además de un título horrible (Balada triste de trompeta, por una canción de Raphael)  tiene un trailer grimosísimo. Una vez conocí a un payaso de verdad, de profesión. Lo conocí sin maquillar, claro, pero tenía la cara y el cuerpo como desfigurados, de tanto hacer muecas y retorcerse. Yo le contaba mi manía hacia los payasos y el tío se partía. No acababa de entenderme, mi manía, y me enseñaba un payaso que tenía tatuado, qué cabroncete.

Pierrot en la Luna, doblemente detestable
Y a los pierrots. Por Dios, que pierrotfobia. 

Combinación sol/luna francamente repelente
Los soles, las lunas y las estrellas con caritas. También los detesto. Y todas esas imágenes de tipo mágico-ñoño, con brujitas, elfitos y duendecillos. Ojo, las imagenes. Me encantan los elfillos y los duendecillos pero no la imaginería cursilona con la que se suelen representar.

 O los gatitos y perritos cursis. Cuando se supone que debo decir, ayyyy qué monada, yo lo único que siento es la sonrisa congelada. Voy a poner un gatito horroroso para congelar mi sonrisa, a ver que tal:

Gatito con patitos, se supone que es lindisimo... glups.
Con toda esta chorrada la conclusión a sacar es que soy una chica dura. Que no me mangonean con payasetes ni gatitos monos.

O que soy masoquista en extremo porque decoro el blog con imágenes que me provocan urticaria.

O que sigo siendo más chula que un ocho y alardeo de mis gustos diferentes.

O yo que se.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Cinefilia inconfesable

Oficial y caballero. Un 6.8 en IMDb.

Richard Gere es un actor de recursos limitadísimos pero a mi me gusta un montón (o me gustaba,  antes de que se volviera tonto con el budismo). Me gustan sus ojos achinados y ese contoneo de caderas que tiene. En Oficial y caballero está guapo a morir. Me gusta la escena de cama con Debra Winger (¿pero qué fue de ella?, me encantaba)  y la escena de la pelea con el sargento instructor Foley. Y la escena del baile, con ese uniforme... pero que bien sienta a Richard Gere el uniforme de gala de los marines. Y el final, buah, siempre lloro con ese final, que no acaben nunca los finales como ese.

Armas de mujer. Un 6.6. en IMDb.

Me gustaba Melanie Griffith antes de ponerse silicona en los labios. Desde que se casó está desaprovechada y es una pena porque en esta peli demostraba que era una payasa de las buenas. Y Harrison Ford, también limitadito, pero estupendo aquí (porque hace buena química con la Griffith). La estética ochentera es impagable: los cardados, las hombreras, la oficina de tecnología paleozoica... Y Let the river run. Yo la canto a grito pelao, no puedo remediarlo. Es casi un himno. (Y también se me saltan las lágrimas).

Dirty dancing. Un 6.3 en IMDb.

Bendito, bendito Patrick Swayze. Yo no tengo palabras. Limitadito también pero ... era un icono, era un mito!!! Dirty dancing es la peli que me gusta ver con mis hermanas. Nos sabemos diálogos de memoria, son diálogos que se elevan al cubo de lo absurdo ("no permitiré que nadie te arrincone", toma ya!!!!!). Y los bailes, anda que no los hemos imitado veces ("este es tu espacio y este es el mío"). Es la peli de las tres, forever and ever.

Luego están las películas confesables que encandilan a casi cualquier cinéfilo que haya mamado los ochenta (pero esas no las pongo porque son extremadamente correctas)

viernes, 3 de diciembre de 2010

Maternidad y libros de instrucciones

En casa tengo unos tres libros del tipo: "Cómo ser una mamá superguay". Hay uno especialmente terrible, se llama ... no recuerdo cómo se llama, lo tengo abajo, pero va de cómo entretener al niño haciendo con él toda clase de juegos superestimulantes y enriquecedores. Yo lo leía y me agotaba. Si te pones a hacer todos esos juegos superestimulantes, tiempo para trabajar y limpiar, cocinar, tender y esas cosas no hay. Esos libros me los regalaron con toda la buena intención del mundo, pero nunca me fueron de utilidad.

En realidad lo que siempre he utilizado ha sido la experiencia. La de mi propia niñez, que fue bastante feliz. Básicamente el manual de instrucciones de mi niñez se resume en:

- pasar mucho rato con los abuelos, pero no para jugar. A mi lo que me gustaba era sentirlos cerca. Por ejemplo, con mi abuelo C. me sentaba a verle trabajar y a ver la tele. Con mi abuela M. se sentaba a leer cuentos -leerlos yo sola o mirar los dibujos, ella estaba a lo suyo. Con mi abuela P. desayunaba y la miraba hacer la comida. Con mi abuelo R. iba al parque a echar migas de pan a los palomos.

- mi madre rara vez jugaba conmigo, siempre estaba muy liada. ¿Era algo que yo necesitara, que jugara conmigo? Pues no. Mi madre limpiaba, cocinaba, cosía y yo jugaba. Cada una a su rollo.

- yo jugaba: a) sola, b) con mi hermana, c) a veces, con vecinitas. Prefería jugar sola y montarme mis historias: vestir a la Nancy, jugar a las cocinitas, recortar mariquitinas, montar el exincastillos...

- mis padres me llevaban con mucha frecuencia de paseo. Si íbamos de tapas me sentaba formal y me tomaba mi pepsi y mi ensaladilla rusa. Si íbamos al campo o a la playa me pasaba el día trotando y jugando con mi hermana a la pelota y a dar brincos. Ningún adulto dirigía mis juegos ni proponía actividades educativas o estimulantes.

- nadie me dirigió en mis lecturas, yo leía lo que pillaba. Nunca me proporcionaron lecturas instructivas o educativas y propias de mi edad. De pequeña lo que más me gustaban eran los Mortadelos y las Joyas Literarias.

- el tiempo se me iba en ir al cole, hacer deberes, jugar, leer  y ver la tele. Una hora al día iba a particulares de inglés. Me acostaba temprano y leía en la cama hasta que me entraba sueño. Mi hermana hacía lo mismo que yo. Los fines de semana nos despertábamos tarde y jugábamos en la cama hasta que nos entraba ganas de levantarnos. Tenía un horario de niña, no un horario de adulto, como tienen muchos niños cargados de actividades extraescolares (superestimulantes)

En resumen, lo normal. El resultado creo que aceptable. Creo tambien que es el referente más sensato para mi propia experiencia de ser madre.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

¿Desafío de las 7?

Repateante. Pero que no se diga, me repatea pero no soy cobarde. A mi me ponen la palabra "desafío" por delante y allá vamos. Así que Maiko, petardilla, contesto a tu desafío (si en el fondo me gusta que me hagan de rabiar y todo. Ya sabes que soy masoquista.). 6 preguntas y 7 respuestas cada una.

1) Aquello que me gustaría hacer antes de morir. (Esta pregunta es MUY repateante)
1. no hago planes
2. hacer planes no va con mi personalidad
3. antes lo pensaba, ya no
4. hace tiempo tenía una lista, hay cosas que ya hice, otras no me las planteo
5. no plantearse cosas no es no soñar que se hagan alguna vez, pero prefiero no tener deseos insatisfechos
6. no soportaría estar a las puertas de la muerte con deseos insatisfechos
7. soy demasiado chula.

2) Lo que más digo
 1. ea
2. ojú
3. a ver...
4. vale?
5.  ehmmmm
6. buenoooo
7. einnnn????

3) Lo que hago bien
1. dar besos
2. dar mimos
3. dar achuchones
4. dar abrazos
5. no hacer planes
6. no hacer listas
7. salirme por la tangente


4) Mis defectos (algunos, porque me pongo a pensar y tengo a pares, leche)
1. tengo mucho genio
2. nunca hago planes (aunque creo que no es defecto)
3. no se organizar cosas tipo cenas familiares o fiestas
4. soy antisocial, acabaré mis días hecha una ermitaña, joder.
5. me preocupo demasiado 
6. soy más desaliñada de lo que me gustaría.
7. soy más políticamente correcta de lo que me gustaría.

5) Mis Virtudes 
1. nunca hago planes
2. soy cariñosa y no me cansa dar besitos y mimitos
3. pero no soy ñoña
4. tengo un nivel de empatía alto (eso a veces es defecto, de los buenos,  pero no mola en ocasiones)
5. soy buena en mi trabajo y me gusta mucho hacer lo que hago
6. soy individualista (eso conlleva a mi pequeña fobia social pero me gusta ser individualista a tope)
7. eso no quita que me guste la juerga, cantar, bailar y liarla (pero de vez en cuando)


6) Aquello que Amo (tambien repateante, mucho, pero bendita sea)
1. esta persona
2. esta otra persona
3. y a ésta
4. y por supuesta  a ésta
5. a ésta tambien
6. a esta persona cómo no
7 and last but nor least, a esta otra. 


(Me salió un formato de letra disparatado, pero estoy demasiado cansada para poneme a cambiarlo)


Gracias, Maiko, por darme que pensar. Te quiero un montón.