viernes, 7 de septiembre de 2012

Unificado y Polivalente (1)

Aunque parezca que tengo buena memoria (y este blog me ayuda a tenerla), hay cosas sobre las que he corrido un estúpido velo. Los años del Instituto son una muestra de la que recuerdo hechos y personas muy puntuales. Sobre todo los tres primeros del BUP (¿unificado y polivalente?) porque los dos COUs que hice son para echarlos de comer aparte (uno por malo y otro por genial).

Recuerdo a muchos profesores y tuve algunos extraordinarios. Recuerdo sus clases y sobre todo, su forma de darlas. Mi guapisima profesora de Literatura que nos enseñaba a debatir (hoy toca debate!!!), mi profesora de Historia de Primero con quien descubrí la escultura egipcia, ese retrato de Akenaton.  Mi magnífico profesor de Matemáticas con el que logré entender qué carajo son las x de las ecuaciones.

Tuve una loca profesora de Filosofía que no nos trataba como a críos. Una vez no estudié para un examen y en el lugar de las respuestas le escribí una carta disculpándome y dándole explicaciones. No me suspendió pero tampoco me habló de ello -me habría muerto de verguenza si llega a hacerlo-.

Tuve profesores interinos supertímidos a los que los gamberros de clase se comían con papas. Me río yo de los cafres de la ESO. Mi clase de Primero sí que tenía cafres. Me duele recordarles, lo pasaban muy mal, terriblemente mal.

Tuve profesoras de Educación Física gritonas y algo chabacanas. Tuve algún profesor guapo pero no lo recuerdo -curiosamente no me enamoré de ningún profesor en el Instituto-. Tuve una profesora de Inglés de increíble maldad, podría contar decenas de anécdotas sobre ella, pero no quiero malgastar el tiempo. 

Profesores ancianos que ya han muerto, profesores que vinieron un año y luego desaparecieron, profesores a los que aún me encuentro por la calle y no saludo y que se conservan igual o peor. De algunos no recuerdo el nombre.

3 comentarios:

Maria dijo...


Estas entradas, trozos de la vida, no son nada fácil escribirlos aunque nos corran los dedos porque son como desnudarte en público.
A mi me gustan porque nos damos cuenta como las historias se repiten, quitando matices personales, claro.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Muy bien escrito, como es costumbre de la casa.
Qué notable la cantidad de personas que pasan por nuestras vidas y de las cuales solamente quedan recuerdos! de la misma forma que somos vanos recuerdos para muchos. Son recuerdos incluso, algunas que alguna vez fueron importantes y que da la impresión pasaron a ser parte de un historia que le sucedió a otro.
Un beso grande

Mar dijo...

ohma, a mi me resulta muy reconfortante saber que las historias se repiten en unos y otros. Besos.

James, siempre tan certero, fijate que uno de los primeros objetivos de este blog fue recordar personas. Para mi sorpresa, aún me quedan recuerdos. Un beso.