Hace 5 meses encontré a E. en la selva de un canal de BDSM del IRC. Llevaba entrando un par de días por la noche. No es un canal que frecuentara, porque es, como digo, una selva. No estoy muy ducha en charlas de chat, aunque ya no cometo los errores de principiante.
Mi nick era roxanne. I won´t share you with another boy, me decía cuando me entraba alguna frase interesante.
En los chats no abundan las frases interesantes y en los específicos de BDSM aún menos, ya que las conversaciones privadas giran en torno a la caza de la hipotética sumisa. Ahí todos vamos de caza. O a ser cazadas.
Como es habitual, alguna noche despunta un escrito, un saludo interesante. Mi nick es lo que tenía. Todo aquel que conociera la canción me preguntaba por ella y así se podía tener una charla civilizada sobre los gustos musicales de cada cual. Algunos lo estropeaban pidiendo el messenger con impaciencia; a otros, la impaciencia les comía cuando les indicabas que no querías tener Amo en estos momentos. Tuve la fortuna de no encontrar demasiados maleducados.
E. tenía hace 5 meses un nick bastante anodino pero no fue vulgar su saludo. Desde aquellas primeras palabras me echó el lazo. Como un magnífico Señor de Gor se lanzó a la captura de aquella roxanne que andaba dando tumbos. Ya no me soltó, benditos 5 meses.
2 comentarios:
Siempre fui un adoptador temprano de tecnologías... a principio de los 80 me compré un equipo lector de CD en forma de gigantesco "loro", como se decía en la época, y ¿a qué adivinas cómo se llamaba el primer CD que compré de Police? Lo escuché tantas veces que pude comprobar la infungibidad del nuevo invento. Está en alguna parte entre mis objetos, creo.
La arqueología de los objetos...; yo también me compré, con mis primeros ahorros, una cinta de cassette de Police. También anda perdida por ahí, pero seguro que impoluta. Las cintas de cassette también eran duras de pelar.
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