martes, 16 de septiembre de 2008

El grupo de teatro (aficionado)


Éramos un grupo pequeño, el director y su novia-ayudante, Juan Carlos, Jesús, yo... seguro que había más personas pero no las recuerdo. Nos reuníamos cada sábado durante dos años, mis dos primeros años de Facultad. Contacté con ellos por un anuncio y participé en un único montaje teatral.

Fue un sueño cumplido. El primer año lo pasamos aprendiendo. Términos que nunca había oído: ortofonía, Stanislavsky, construción del personaje... cosas así. La teoría no me gustaba. Pero sí hacer el payaso. Y declamar en voz alta. En mi familia no hay actores pero sí grandes exhibicionistas.

El segundo año fue el del montaje. Ensayos en mi piso. Yo era la absoluta y única protagonista, era un monólogo, mi sueño dorado. El centro único de atención. Un orgasmo de una hora.

La obra no gustó, era pesada y lenta, pero a mi me dieron buenas críticas, más bien alabaron el valor que había tenido, que un monólogo es tarea de titanes, etc, etc. Yo solo recuerdo que allí en el escenario me deseaba y deseaba que el público me deseara. Era lujuria escénica.

Al final, en la última escena, yo me fumaba un cigarrillo mirando al público a los ojos. Jóse estaba en primera fila. Le eché el humo a la cara. En escena sonaba el "Lacrimosa" del Requiem de Mozart.

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