domingo, 14 de marzo de 2010

Seis de la madrugada

Estoy sentada en el mismo lugar de ayer noche, sobre la mesa aún queda un papelito pequeño que arranqué, arrugué, arañé, está casi hecho trizas. Me siento en la misma silla de anoche que me balanceó y me sirvió de diván de odalisca.

Él me cuida y hace trizas cada cimiento, Él me ha ceñido el mejor collar, el que siempre deseé. No escribiré aquí sobre tópicos del collar ni tópicos de la sumisión. Anoche los tópicos no servían para nada, qué importante y necesario es abalanzase sobre los tópicos y machacarlos.

Yo hablo mucho y presumo mucho, yo teorizo muchísimo y me las doy de genial, soy una sabihonda y me las doy de experimentada... Las teorías se hacen añicos sin piedad cuando te estampas cara a cara con la realidad. Fuera tópicos y hacia delante.

Esta madrugada, a las seis de la mañana, Él me acunó entre sus brazos y me dijo las cosas bonitas que tan dulces suenan en su boca. A la mierda las verdades irrenunciables y a la mierda mi genialidad. Soy Suya, llevo el collar {EJR} que es bendito y sagrado y soy dura como una roca. Por Él y para Él.

No hay comentarios: