miércoles, 3 de diciembre de 2008

Naturalidad en la sumisión

Del pintor británico William Morris, miembro de la Hermandad Prerrafaelita, es esta Reina Ginebra. La reina se ciñe el cinturón con la mirada baja y pensativa.

Escribir sobre sumisión es complicado porque es tema que se presta a las florituras. Salen palabritas monas y babeantes, superficiales. Odiaría que me pasara a mi. Es un reto escribir sobre sumisión.

Antes de E. ser sumisa era una pose. Mis necesidades sexuales pasan por la sumisión y hasta ahí llegaba. Simple sumisión sexual. Ir más allá no entraba en mis planteamientos. Bajar la mirada, callar, aceptar pensamientos discrepantes con los míos, nunca. E. bien sabe cómo empecé.

Antes de E. no hubo auténticos Dominantes. Con Él ser sumisa es natural. Lleva la esencia del Dominante en las venas y en los testículos, no es pose, no actúa. No es un saco de órdenes. No hay teatro. Él fluye, lo siento cada día. Hay mañanas en que está adormilado y habla en susurros, hay mañanas de bromas y tonterías de enamorados y hay veces en que salta como el Lobo que es. Cuando le sale de los huevos.

Ya no sólo me pongo caliente cuando se abalanza, dando dentelladas.

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