Cuando tenga sesenta y cuatro, ¿seguirás felicitándome por mi cumpleaños? Es una fecha bien fácil de recordar. El día de Navidad. Tú tendrás sólo sesenta y tu memoria debería ser mejor que la mía.
Cuando tenga sesenta y cuatro estaré -teóricamente- a punto de jubilarme. ¿Seguiré caminando hasta el trabajo? Yo así lo quiero, para mantener las piernas duras- ¿y el culo? ¿se me habrá caído?-.
Cuando tenga sesenta y cuatro seré una sesentona moderna -pero no hortera- y elegante -pero no fashionvictim-. ¿Me mirarán los tíos desde los coches, cuando pase por el puente sobre la autovía? Supongo que no, pero se que Tú si me mirarás.
Cuando tenga sesenta y cuatro seguiré teniendo ganas de follarte -ya me cuidaré yo de seguir teniendo ganas- y mi boca seguirá dura y flexible para Ti. Es lo que realmente importa, ¿no? Mi boca, mi sexo, mi deseo.
Cuando tenga sesenta y cuatro seguiré siendo romántica -pero no ñoña- y besucona -pero no empalagosa- . Mis manos tendrán manchas pero ya me daré cremas para que sigan suaves y acaricien bien. Tendré más arrugas en mi cara pero te seguiré mirando igual que ahora. Enamorada.
2 comentarios:
Siempre me gusta leerte, pero ésta vez ha sido la que mas me ha movido el suelo. Es la declaración de amor mas bonita que he leído en mucho tiempo.
Gracias, minerva.
Echo de menos leerte. Un beso muy fuerte.
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