Varias veces, hace años, me confundieron con un chico. Yo antes llevaba el pelo corto y sin gracia. Tampoco me maquillaba.
Ahora, con el pelo largo y otras hechuras, ya puedo hacer eso tan superguay de vestir masculina-chic y sentirme hiperfemenina.
Me gusta acodarme en la barra de los bares. No me gustan los grupitos de tías que cotorrean. No bebo ron miel ni mariconadas de esas. Yo antes bebía Jack Daniel´s -y creo que voy a volver a él, porque ahora toooodo el mundo bebe gin-tónic-. A veces me pinto los labios de rojo. Llevo bastante tiempo sin usar pendientes -los pendientes largos me dan pinta de gitana canastera y sólo los llevo en Feria-. No uso anillos, no me pinto las uñas de las manos, porque me veo sucia. En verano uso pulseras. Me gusta ponerme sombra de ojos azul.
Soy hipervanidosa y utilizo este blog para exhibirme.
Pero ya no me confunden con chicos.
2 comentarios:
Un lugar tan bueno como cualquier otro. O, quizás, mejor.
Un saludo.
Mi abuela decía, muy sabiamente, lo que se comen los gusanos, que lo vean los cristianos.
Saludos.
Publicar un comentario