miércoles, 4 de noviembre de 2009

Noble arte de la felación

Quitemos literatura al tema: nada de descripciones baratas y falsas sobre el semen engullido y ese honor que hace el Amo ofreciendo su polla a la esclava y bla, bla, bla. Literatura barata y falta de honestidad.

Cuando leo eso de los honores parece que se compara felación como algo raro, misterioso, excepcional, ag, no, no, no. Nada de excepcional, si lo vemos como raro y excepcional estamos a un paso del oscurantismo. Y no digamos cuando se trata como castigo -¿castigo?- a la esclava en plan "traga y humíllate". Cosa más falsa y más barata.

Ser felatriz es interiorizar y asumir como natural la donación de placer. Uno de los más básicos, elementales y nobles. ¿Un servicio? Para nada, si lo llamamos así seguimos banalizándolo. Ser felatriz es disfrutar dando placer hasta el punto de acoplarse y unirse absolutamente en la polla del Otro.

Cuando leo sobre "adoración de la polla del Amo" parece como si entrara en un museo, como si estuviera expuesta en una vitrina, qué triste. Faltan risas y falta humor. Ser felatriz no es faltarle el respeto al adorado miembro pero si encontrar el equilibrio entre trascendencia, espiritualidad y diversión. Cuando se obtiene ese equilibrio se llega al orgasmo mental -por favor, nadie se corre físicamente haciendo una mamada-, pero joder, cuando se consigue el puñetero equilibrio, una es dios.

1 comentario:

amigospanko dijo...

Una vez leí la frase "adoración de los fluídos de mi Amo" y me produjo un verdadero ataque de risa... patético. Estoy muy de acuerdo con el tono y contenido de tu post, las cosas naturales y placenteras como el sexo oral bien hecho no se tienen que complicar tanto.