martes, 2 de febrero de 2010

Epicúrea D/s

Pronto llevaremos casi cinco meses de bendita luna de miel. Somos como novios y nos decimos cosas tiernas. ¿Ha bajado el punto D/s? A veces me hago la obligada pregunta, meramente retórica: a ver, niña, si E. te dice tantas cosas bonitas y te mima, te ama y te cuida... ¿le perderás el respeto que como Amo le debes? Esa meramente retórica pregunta angustiaría el alma de un Dominante pobre de espíritu, ¿verdad?

Pero ni a E. ni a mi nos angustia.

Azotar, controlar, humillar. Servir. Adorar y obedecer.

Conversar de trivialidades. Decirnos palabras tiernas y mandarnos besos. Contarnos lo que hay para comer, lo que he comprado en el Hipercor. Chismorrear. Acompañarnos.

Poder dar rienda a mi lengua procaz. Ser mandona y cotilla. Arrogante y viciosa. Ser su princesa y su zorra privada.

Follar como cerdos y hacer el amor como dioses.

Todo tiene cabida. Decir que mantenemos una relación D/s y constreñirla a un código de actuación limitado no creo que nos satisfaga. Al menos, ahora, yo creo darle más. Antes sólo le daba a la sumisa. Había temas que no me atrevía tratar, me mordía la lengua, me daba miedo sobrepasar ciertas pautas de comportamiento.

Creo que hasta ahora he respetado mi rol, la posición que tengo con Él, pero creo también que he sido capaz de amplificarlo. Porque Él lo permite y lo desea. Soy Suya como esclava y puedo ejercer también como amante y como compañera, sin por ello, sentir que pierdo los papeles y me atribuyo puestos que no me corresponden.

Aunque parece que me como el tarro, no es así. Creo lo mejor es dejarse llevar, lo que importa es que nuestra unión nos procure la máxima felicidad y equibrio posibles.

No hay comentarios: