sábado, 30 de enero de 2010

Tú te metes adentro/como las vitaminas

No es mía, la estrofa, es de Mártires del compás. Mi amiga AB me los ponía en su coche, una noche, volviendo de comer de alguna parte, pasando por la autovía junto a San Roque.

Esta tarde estuve mirando fotos que guarda mi tía en casa. Mis primos de pequeñajos, mis hermanas, mi madre con cuarenta años, más gordita y guapísima. Cumpleaños. Los cumpleaños en casa de la abuela. Había una foto, leñe con la foto, estoy yo con diez, once años, haciendo como la que estudia. Me dijeron, niña, ponte para la foto como si estuvieras estudiando. Y salgo con el libraco de Ciencias Naturales, tan repeinada y pulida, con un pichi que yo tenía de panita azul. Es una foto que lo dice todo: pero que niña más mona y más aplicada.

He visto por tercera vez UP, qué buena película. Por tercera vez hice pucheros en la introducción.

Ahora pienso en como Él se mete adentro como las vitaminas; esta tarde charlaba con mi madre y su hermana, mi tita predilecta, sobre fracasos amorosos. Mi madre comentó algo que corrobora, como siempre, de dónde viene los benditos genes de las tres hermanas. Ese afán de chutarse vitaminas amorosas sin caer en el desaliento. Esa vitalidad cardíaca y gloriosa.

Él se me mete adentro, como las vitaminas, y miro su rostro, su boca, joder, esa sonrisa, son vitaminas pa´l alma.

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