jueves, 27 de enero de 2011

Usos del "gracias, Amo"

Ya puestas a deconstruir, y envalentonadilla que está una (gracias E., Amo-r, por leerme y por quitarme esa desazón mía sobre si lo que escribo es comprensible), pues ya puestas, voy con otra cosa rechinante.

El protocolo no escrito pero comúnmente aceptado del BDSM prescribe que tras el orgasmo y, a veces, tras azotes u otras prácticas de rigor, la sumisa de las gracias a su Amo. A mi esas cosas me encantan. Me refiero a los protocolos. Yo soy muy Capricornio en eso. Las reglas, la cortesía, seguir pautas y cauces, no se, me facilitan la vida. Tú sabes que hay un caminito y si lo sigues todo va guay. ¿Para qué complicarse y fastidiar? A mi no me gusta fastidiar por fastidiar. Yo no soy rebelde sin causa, no hago esas chorradas.

Así que si hay que dar las gracias tras un divino orgasmo, pues se dan. Qué coño, no se te caen los anillos por eso y es de nacidos ser bien agradecidos (y más una que siempre está tensa y con la cabeza en mil cosas y el tema ORGASMO a veces se plantea como hacer cumbre en el K2).

Pero eps: es puro protocolo. Dar ese "gracias Amo por este exquisito orgasmo que usted me ha proporcionado" es solo PRO-TO-CO-LO. Forma parte del juego sexual. Forma parte de lo convenido. Porque somos dos, Amo y sumisa, en esta historia en la que nos metemos de cabeza para pasarlo bien, señores. No para jodernos la vida, no para sufrir e ir llorando por las esquinas. Y pasarlo bien en una relación que tiene, entre sus múltiples y maravillosos objetivos, el disfrute sexual ... es correrse los dos. Usted y servidora. Así que Usted debe complacer a su servidora y proporcionarle exquisitos orgasmos. Es Su obligación. Y ella le dará las gracias porque el protocolo es así y probablemente también porque le ama o le adora o le tiene un cariño muy grande.

Pero no le va a dar las gracias porque usted es tan buena gente y tan apañado que mira, hoy va a hacer que su sumisa se corra como premio, por ser tan buena perrita, pero sólo hoy, oye, no te vayas a confiar.

Anda ya, hombre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No me explico como estas entradas, dignas de Cervantes, no han tenido comentarios. Son tan claras, tan amenas y tan bien escritas, que el único motivo por el cual entendería que no hayan sido comentadas es por un brote de envidia ante un producto de excelencia.

Mar dijo...

jjajaj, qué bien, aunque lo importante es que si alguno de esos prepotentillos de dio por aludido y cambió su forma de dar placer a su pareja... oye sería genial.

Un beso.