viernes, 8 de mayo de 2009

Las razones de todo ésto


Tengo una agenda en la que anoto lo que ya he hecho. En teoría las agendas sirven para planificar. Mis agendas -cada año una nueva, como corresponde- sirven de diario de hechos. Hoy viernes escribo lo que hice ayer jueves. No escribo con detalle y hay días en que no escribo nada. Sólo anoto para recordar (un paseo, un vestido nuevo, la llamada de mi amiga, quizás un viaje corto, cosas así, sencillas).

Este podría ser mi diario emocional aunque haya días en que no anote nada. Porque no es mi obligación y sí mi placer. Empleo mi voluntad para disciplinar lo que pienso, es un ejercicio de búsqueda de palabras adecuadas y exactas, de composición gramatical correcta. Es un ejercicio de honestidad porque me fuerzo a no mentir ni vanagloriarme.

Es un ejercicio de vanidad puesto que es un diario público. Escriba lo que escriba se que alguien lee, me lee y eso me acumula vanidad. Es un muestrario de exhibicionismo que no llega a la desnudez. Borro a menudo, elimino frases que me suenan a lugares comunes, frases ñoñas, frases que me desnudan demasiado.

Las razones de todo ésto son mis ganas de claridad. Mi poder sobre lo pasado, la compañía de lo que ocurrió. Tuve razones que ya no existen. Tengo razones que implican deseo, placer. Mi propio pulso que no puedo contener.

No hay comentarios: