jueves, 21 de mayo de 2009

Juguetes que usamos

Ayer mis compañeras me relataban una tarde de tuppersex. Yo no pude ir a la reunión -ag, me hubiera encantado- así que les pedí información detallada. Creo que, tras lo que me contaron, fue mejor no haber ido. Me habría sentido un poco fuera de lugar.

Ellas compraron cremas, perfumes y alguna lencería bella pero discreta. Yo, esa ninfómana que llevo dentro, piensa en tuppersex y ve ... leche, yo veo vibradores. Veo falos exhuberantes, falos exclusivos para mi. No pienso en perfumes ni cremas, no me compro perfumes ni cremas, ya me gusta como huelo y me gustan las cremas que me unto que nada tienen de tuppersex. Ferormonas mías, no compradas.

Por supuesto, pienso en reuniones de tuppesex y veo esposas, vendas y fustas, aunque creo que esas cosas no se llevan a las reuniones. No se. El caso es que me siento jodidamente rara. Pero no rara de "soy una tía rara y guay", ni tampoco "soy una rara y que pena de mi". Solo rara. Sin aditivos. Aunque se que hay más mujeres como yo que piensan en vibradores y dildos exquisitos. Pero no me rodean, no estan aqui. No son mis amigas ni mis compañeras.

Así que mejor no ir a reuniones de tuppersex porque entre mi timidez y mi ninfomanía, creo que daría el cante. No me veo comprando cremitas y dejándome atrás un maravilloso consolador, muertecita de la verguenza. Cosa que me da rabia. Estaría bien proclamar lo que me gusta, elegantemente, valientemente.

No hay comentarios: