sábado, 11 de abril de 2009

Imposturas

Di un paseo por la playa.

Anoche acabé Revolutionary road, la novela. Empece a ver la película pero la dejé a la mitad. Quizás siga mañana.

Empecé a ver Independence Day, que es la monda, pero no se que maldición tengo con esa película que nunca consigo acabarla.

Tuve una agradable conversación, y larga -cosa rara en mi- con F.

He empezado a leer El chino de Henning Mankell, una más de un novelista que me encanta aunque aquí no sale Kurt Wallander -pero sale una jueza que promete-.

Fregué el suelo de arriba.

Comí un bocadillo. Me fumé un Nobel. Me tomé un Baileys. Miento, tres chupitos.

He visto El juego de la verdad de Alvaro Fernandez Armero. También el final de un capítulo de Sexo en Nueva York, que es un pequeño vicio culpable -porque realmente es una serie infame- y un capítulo de Gossip Girl -idem, de idem-.

He visto Closer por fin. Me ha gustado.

Algo más.

He pensado que soy una impostora. O probablemente tengo tendencia al melodrama.

O me las doy de lo que no soy y en realidad soy una moñas.

Y me autocompadezco, pero bah, aquí puedo ponerlo. Son las dos de la madrugada.

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