miércoles, 29 de abril de 2009

Bang bang

Bang bang, he shot me down.
Bang bang, I hit the ground.

Ya no se cuántas veces he escrito que éste es un ejercicio de limpieza. Es agradable revolcarse aquí, autocompadecerse mientras se escuchan canciones tristes. Escribir, por ejemplo: fueron tantos los que me hicieron bang bang. Es un dolorcillo suave, la melancolía del abandono. Recordar, por ejemplo, el último bang, bang, recordar los días antes, autoflagelarse recordando... qué dulce.

Escribir aquí es afilar mis armas y afilar mi mente. Como cazadora, roxanne, siempre, afilando mis cuchillos, mi piel que no es invulnerable pero si capaz de regenerarse. Admiro yo mucho a mi piel. No parece que hayan pasado tantos años y tantos bang bang.

Al final, me doy múltiples besos de reconocimiento porque saco la porquería y ni me inmuto. O sí me inmuto pero no es para tanto.

No hay comentarios: