martes, 2 de noviembre de 2010

Cambiar (y no morir en el intento)

Mi madre hoy me dijo: "uy, te has cambiado de look" y también "qué mona" y eso es porque llevaba una chaqueta nueva. El cambio sólo era una chaqueta gris y ceñida que me compré el sábado. El resto de la ropa era una camiseta de rayas marineras, unos pitillos negros y las bailarinas, un conjuntito que me ha dado por repetir este otoño. Sólo la novedad de la chaqueta y ya era otra, tan mona.

A veces me dice alguien: "uy, tú has cambiado mucho". A veces alguna amiga a la que veo poco y se sorprende de que ya tenga menos mal humor o sea más alegre o menos radikal. Este verano mismo me lo dijeron. Lo que me alucina es que me lo digan con sorpresa. ¿Qué tiene de raro "cambiar mucho"? Yo creo que cambio cada día. Permanecer inalterable e inalterada debe ser aterrador.

 Por supuesto, no soy la misma de hace un año. Ni siquiera la misma de hace un mes, ni la misma de ayer. Cambios lentos e imperceptibles si estas comnigo día tras día. Cambios "sorprendentes" si me ves de vez en cuando.

La anécdota de la chaqueta es sólo ilustrativa: la ropa es el aderezo a actitudes vitales cambiantes. No tiene nada de malo: se trata de mejorar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

porque tu lo vales!!!!, Si es cierto, tus palabras son reales, vas cambiando poco a poco, hoy no eres la seibra que conoci, o si? para mi eres la misma persona, amable, afable, sincera, honesta, bondadosa y porque no, tambien radical.....
besos grandes

Mar dijo...

Ay lo que tu me quieres,niña mía. Ser tu amiga si que es un tesoro.

Besotes a mogollón. Guapa!!!