miércoles, 17 de noviembre de 2010

Tirititran

Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Así, con letras bien mayúsculas. Pero qué bien suena.

Yo de flamenco entiendo más bien poco. Lo típico y lo justo. No se diferenciar los palos. Tampoco se reconocer a cantaores, excepto los superconocidos. No se bailar, qué rabia. Ni cantar, qué rabia. Las palmas si las puedo tocar, estaríamos buenos.

Pero unas alegrías de Cádiz me sublevan el alma. Con una saeta desde un balcón me recorren escalofríos por el espinazo. Una buena Zambomba de Jerez  quita todas las penas. Y con Paco de Lucía, con Camarón, con Lole y Manuel, pierdo el sentío.

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