viernes, 6 de marzo de 2009

Joyas literarias juveniles


Tengo un tesoro. Están guardadas en una caja grande y aunque no tengo la colección completa, poco me falta. La primera me la regalaron con unos siete años y cada vez que iba a las tiendas donde sabía que las vendían, hacía méritos para que me compraran más. Los Reyes Magos también se las apañaban para traerme varias.

Están muy manoseadas pero en buen estado. Algunas más manoseadas que otras. Las hemos leído las tres hermanas y ahora las lee mi hijo mayor. A veces releo alguna yo también. No podría elegir mi favorita. Todas las de Julio Verne. Miguel Strogoff. La alucinante Héctor Servadac. La historia de amor de Sandokan, el bravo Tigre de Malasia. Todo Emilio Salgari, el desgraciado Corsario Negro. Los Misterios de la Jungla Negra con los aborrecibles tugs.

Polly, corazón de oro. Todo Mark Twain. El decidido Pip de Grandes esperanzas. La valiente familia de El Robinson suizo. La pareja casi de hecho Old Shatterhand - Winnetou, siempre invencibles. La ambiciosa Ella, qué guapa me la pintaban.

Qué magníficos dibujantes. Aunque debo decir que me gustaba retocar los labios y a veces las uñas de las damiselas. Con el boli rojo, menudos labios les pintaba. Me fascinaban las aventuras donde la heroína se hacía pasar por hombre, como en El león de Damasco o en El soberbio Orinoco. En un descuido, zas, se les caía el sombrero y se les soltaba la preciosa melena.

Juan/Juana. El Capitán Tormenta. Dorrit. Jo March. Lady Mariana. Estela. Nadia. Alice y Cora Munro. Elena Campbell.

No hay comentarios: