miércoles, 14 de enero de 2009

Lo que leo

Ayer volví a empezar La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza. La leí hace mucho, así que la recuerdo vagamente. Es casi leerla por primera vez. La pillé de entre mis libros sin pensar en los motivos. Necesitaba releer algun libro otra vez, algo que no fuera excesivamente denso y que apenas recordara. Eduardo Mendoza me suele gustar, aplaudo su sentido del humor. Y escribe sin pedanterías, ni artificios. Creo que es uno de los mejores novelistas de este país.

Cuando empecé con la historia de Onofre Bouvilla, anoche, caí en la cuenta, recordé que precisamente la novela trata sobre Barcelona. Y lo juro, no la elegí a posta por SER precisamente Barcelona. Pero, claro, al darme cuenta la estoy leyendo con un interés nuevo. Barcelona, la ciudad donde vive E. Qué puñeteramente lejos está Barcelona, joder.

Esta mañana E. me hablaba de cómo se encuentra. Le agradezco mucho que me cuente sus cosas y aunque se que es natural que lo haga, aún a mi me da apuro preguntarle mucho. Por no resultar pesada o indiscreta. Pero sí, quiero saber todo lo que sea posible de Él, de donde vive, de lo que respira y lo que siente y piensa.

Es lo que hay. Yo soy suya y quiero aprender a serlo sin condiciones.

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