viernes, 3 de agosto de 2012

Por qué no me salen entradas intensas

Yo fui una intensa hace tiempo, era una intensa de cojones, cualquier pajarito que volara por las alturas me sacaba las lágrimas. Mis amores eran intensos, mis sueños eran superintensos, hablaba de manera intensa y hasta cuando follaba me sumergía en abismos de pasión intensa. Era un no vivir.

En mi época de intensa yo escribía cosas muy chulas ( o previsibles): el sexo que describía era vicioso y sórdido y me creía yo una mala hembra que le hincaba el diente a los varones por puro vicio. Ya digo, era una veinteañera bastante previsible. Y también bastante cansina.

Ahora soy una abanderada de la frivolidad y vivo del carajo. El sexo sigue siendo vicioso pero no sórdido. La imagen del pajillero que decía yo ayer, esa imagen me da más ternura que otra cosa. Una ya está tan chula que a la sordidez le hace pedorretas. Mis sueños ... no tengo sueños, lo cual es el colmo de la sensatez. A veces hablo de manera intensa, sí, algún defecto me ha de quedar, pero mis hermanas me dan cosquis y me callo. Mis amores son intensos pero de una intensidad algodonosa y sin esquinas, una ya sabe bien cómo limarlas. En el fondo yo nunca fui una mala hembra, si acaso, me las daba de intensa, para molar más y quitarme complejos.

Este blog con veinte años habría salido de un intenso que te cagas. Tengo pruebas porque conservo escritos míos de ese tiempo que te llevan a abismos de dolor y autocompasión brutales. Qué adjetivos era capaz de utilizar, válgame Dios, adjetivos supersonoros y superimpresionistas. Habría sido la reina de la blogosfera sexy, estoy segura. Eran tiempos en los que escribir era cómo vomitar (eso todavía lo escriben los blogueros intensos).

Qué desagradable.

13 comentarios:

marita correa dijo...

Yo no lo veo desagradable Mar, simplemente cambiamos con la edad, yo también pienso en como era y no me lo creo, me gusto mucho mas ahora, no se si es una lastima o no, que no tenga pruebas sobre aquella etapa, jeje, pero tener tus escritos sobre aquella época tan intensa tuya, es todo un tesorito, que seguro que te arranca la sonrisa más de una vez.
Un beso

Marlowe dijo...

Una publicación no sé si intensa, per sí impecable. Me gusta especialmente lo de las esquinas.

Un abrazo,

Eva Letzy dijo...

A mí me gusta bastante que la etapa de intensidad haya pasado ya. Entiendo lo que dices, cuando tenía 20 años yo era igual, pero me quedo con los 30 sin lugar a dudas.
Muy buena la entrada.

Maria dijo...

Yo cuando era más intensa que ahora, jajaja, no guardaba nada, todo lo escupia.
Donde no hubiera enemigos me los creaba o me moria de aburrimiento.
Cada etapa es bonita, al menos para mi. La peor es la última, asi que... disfrutemos.
Muy buena entrada, diria que buenisíma.
Besos.

Anónimo dijo...

UFFF...

Me reconozco, intensa (una intensa guay eh). Pero es que en mi conviven muchos yo. Todos tienen un nexo común eso si. Soy una canalla con un buen sentido del humor, sin prejuicios y una pedantería a estas alturas de la peli, razonablemente bien llevada. Todo depende de donde escriba y lo que quiera decir. Comprendo perfectamente a que tipo de intensidades te refieres. Yo confieso que peco de intensidades varias. Soy vehemente y no veas lo que vomito últimamente hablando de como va este país ... No sé si pedir perdón. ;)

De todos modos creo que tu eres también intensa. Hay diferentes tipos de intensidades... como el voltaje eléctrico, tu ya me entiendes... va por tiempos.

Besos corazón.

Anónimo dijo...

No se puede salir por las noches, que luego una se lía de mala manera sino tiene sueño. Pero es que he pensado detenidamente en la palabra "intenso" y ya sé que tipo de intensidad tenemos. Te incluyo en el lote intencionadamente, que lo sepas, ten amigos para esto...;)

Yo diría que somos de "un intenso reposado" como los licores con solera, esos que te inundan la boca de matices cuando los paladeas. Que bajan por la garganta sin quemarla, y que se asientan en las entrañas de un modo que incita a seguir disfrutando de ellos. Toma ya kas manzana...
Ya me duermo, lo prometo.

Besos redentores de una pedante con intensidad reposada. ;)

Mar dijo...

Marita, por desagradable me refería a lo de "escribir como vomitar" que es una frase que se usa mucho por ahí. Guardo las cosas que escribía a los veinte precisamente para no caer en la tentación de la "intensidad" y para reírme de mi misma, cosa muy sana. Muchos besos.

Marlowe, para una Capricornio el calificativo "impecable" suena a gloria. Besos.

Eva Letzy, bienvenida!!! Ya verás a los cuarenta, esa si que es una buena edad. Gracias por tu comentario.

ohma, por supuesto, cada etapa tiene su encanto y triste de aquellos que no fueron intensos a los veinte. Besos.

Mar dijo...

Ay son, qué bueno es salir por las noches y ponerse luego a pensar!!!

Se a qué tipo de intensidad te refieres, es intensidad de la buena, yo la identifico con honestidad con una misma, quizás un sentido quijotesco de la vida. Creer en utopías pero no ir de mártir ni abanderada. Es asi?

Sea como sea, tener a mi alma gemela aunque sea lejos es algo que me hace muy feliz. Te quiero, nena.

Anónimo dijo...

Es así, mi irreverente y provocadora Mar.

Yo también te quiero, mi yo sureño.

Anónimo dijo...

Qué bien escrita, querida Mar!
No creo que se deje de ser intenso, seguramente tu intensidad ha cambiado de foco, o de lugar.
Sin ir más lejos esta entrada es intensa, sólo que no descontrolada. El descontrol es un atributo de la primera juventud.
Además, la intensidad de los sentimientos requiere de una fortaleza física y psíquica, no sostenible en el tiempo. El cuerpo no tolera tanta adrenalina por largos períodos.
Excelente, besos

Mar dijo...

Me ha salido una entrada intensa? Vaya, no fue a propósito; lo juro.

Gracias James y bienvenido!!!

Rorschach Kovacs dijo...

Bueno, en teoría la intensidad no tendría que estar limitada a la adolescencia, al menos que se resuma en pose y poco más. De todas formas una de las cosas más interesante de la literatura es que te permite ser quien no eres, ahí está lo divertido. Cambiar de estilo durante un rato no debería de ser difícil, más si hay material en tiempos pretéritos.
Un saludo.

Mar dijo...

La literatura vista como diversión mola. Jugar con las palabras, mola. Jugar y ver qué pasa.

Lo insufrible es aburrir al personal con tochos intragables que no dicen nada. Esos textos llenos de metáforas... agggg.

Saludos.