domingo, 3 de octubre de 2010

Maraña de blogs

Antes de este blog tuve dos más. El primero lo abrí con otro nick y no tenía personalidad. No sólo era soso, es que no le pillaba el tono a mi forma de redactar. Un día recibí un comentario y casi me dio un patatús: ¡alguien ha leído mi blog!!!! Mi comentarista me fue fiel hasta el final. Yo también le era fiel a él, tenía un blog que actualizaba por temporadas, muy hardcore. Era un veinteañero genial, cachondísimo, le gustaban los Ramones y el porno, pero dejó de actualizar, su blog anda por ahí perdido.

Mi segundo blog duró un suspiro. Lo quise hacer de temática estrictamente BDSM y tenía un título de esos de sumisa lánguida. Era ridículo, patético, sin chispa de humor. Lo mandé a la mierda en tres días.

Luego conocí a E. y me puse manos a la obra con roxanne y con el blog de cine. El amor me da alas, como el redbull, y le tengo pillado el punto. Así he ensanchado el número de blogs que leo (y algunos me leen!) y se ha ido formando una mágica maraña de blogs que revisar casi a diario. Aunque nunca conozca a sus autores/as, al leerles se crean vínculos de proximidad, una comunidad que años atrás era imposible crear. Nunca desmereceré yo a los avances tecnológicos (qué estúpida me parece la gente que despotrica de conocer a gente mediante internet. Es gente que cierra puertas. ).

Casi cualquiera que escriba un blog de tipo personal merece el mayor de mis respetos. Más allá de su calidad literaria, más allá de lo vanidoso que se sea, mostrar pensamientos ahí fuera es signo de valentía. La gente que leo, opina, muestra sus debilidades y sus glorias, sobre todo, muestra el esfuerzo por conocerse a uno mismo, que es el primer paso para conocer y empatizar con los demás.

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