viernes, 3 de septiembre de 2010

Rebote del día

Me encanta volver al trabajo. Los primeros días son pura novedad y un poquito de despiste, que pasa pronto porque las pilas se recargan rápido. Este año tengo un par de novedades que supondrán algo más de curre pero muy gratificante.

Me fastidia disimular las ganas con las que vuelvo al trabajo en septiembre. Porque las vacaciones son chachi piruli, pero leche, a mi me entusiasma mi trabajo. Porque me siento útil. Porque me revitaliza. Porque me da una energía extraordinaria. Pero lo típico es quejarse de lo cortas que son las vacaciones y calcular cuánto queda para el próximo puente... Y no, no soy una aguafiestas ni una obsesa del trabajo, para nada. Pero me gusta mi trabajo. Mucho.

Esta mañana pillé un rebote. Hay gente que disimula poco lo poco que le gusta este trabajo. Peor aún: disimula poco y encima fastidia. Peor aún: demuestran una profesionalidad bajo mínimos. Y pocas ganas de enmendarla. Reviví los viejos tiempos cuando tenía cargo directivo y me alegré de nuevo de no tenerlo porque los rebotes sin cargo, de tú a tú son más honestos y llevaderos.

Pero que les den.

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