jueves, 23 de septiembre de 2010

La hora del recreo


Yo odiaba la hora del recreo. De lo poco que me gustaba el colegio, el recreo era lo peor. Las niñas pavas lo pasamos realmente mal jugando al pilla-pilla o al matar. Yo siempre prefería sentarme tranquilita y si no me llevaba un libro al patio era por no destacar aún más y ser además de la pava, la rarita.

Mi hijo mayor ha salido a mi. Hoy lloró y me hizo llorar. No son cosas graves pero si pequeñas heridas. Hipersensible. Rarito. A veces poco sociable (pero otras, en cambio extremadamente divertido y payasete). Como yo.

Que se jodan los guays.

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