domingo, 27 de septiembre de 2009

Nuestros nombres


Antes nunca llamaba a E. por su nombre. Ahora lo paladeo, es un nombre rotundo, vigoroso. Por supuesto busqué su significado en la web y me confirmé en mi intuición: su significado es igualmente rotundo y a la vez, reconfortante. Antes no le llamaba por su nombre, creo que me perdía una preciosa sensación, pero cuando deje de hacerlo y le vuelva a llamar como antes... entonces también recuperaré el nombre dichoso de siempre, la forma bellísima de llamarle.

E. me llama Mar. Reduce mi nombre a lo esencial y me llama, me nombra usando una palabra amada por ambos. Mar, escribe; Mar, sale de sus labios y suena de una manera dulce y a la vez vigorosa, como Él.

Como una adolescente escribo su nombre en el aire y lo susurro a escondidas. Un día dejaré de hacerlo y le llamaré como antes, pero seguiré susurrando su nombre para mi, como un tesoro.

No hay comentarios: