jueves, 24 de septiembre de 2009

Gente engreída

Esta mañana estuve conversando un rato con un compañero nuevo en el trabajo. El tipo se quejaba del actual destino, venía a decir que había bajado de categoría y que en los destinos anteriores había trabajado con gente de más nivel. Que este lugar es demasiado pequeño y mediocre y que los que en él trabajamos somos, por lógica, gente pequeña y mediocre (no dijo eso exactamente, pero por ahí iban los tiros).

Llevo en mi lugar de trabajo más de diez años. Ahora no lo cambiaría por otro. Es un lugar pequeño, somos pocos y el trato es cómodo y lo más relajado posible. En el rato libre desayunamos y hablamos de cosas cotidianas, bromeamos con afabilidad, a veces salimos por la noche a tomar cervecitas, tenemos un buen rollo. No hay gente prestigiosa, es un lugar de trabajo bastante humilde, con aspiraciones realistas y donde prima el trato cordial. Con buenos profesionales. No son eminencias. No pretendemos hacer grandes aportaciones a la Humanidad. Son (somos) buena gente.

Así se lo quise hacer ver al nuevo compañero. Pero los papanatas es lo que tienen: se obcecan y se obcecan. Él aspira a más, a cosas intelectuales, a gente superculta que no hable de los temas banales que tratamos a diario, en mi centro de trabajo. Y como el tipo no daba más de si, yo me fui poniendo en MODO OFF poquito a poco, que es lo que hago cuando el burro se pone a dar vueltas a la noria.

Lo curioso del caso y el motivo de por qué traigo esta simpleza aquí es lo que pensé en un instante, antes de dejar de prestar atención al compañero. Pensé: pero chaval, con quién te crees que hablas. Qué me cuentas de prestigio y de otras esferas. Chico, que yo juego en otras ligas. Que soy kajira.

Fue un pensamiento corto y rápido. Soy kajira, y no es algo que me haga sentir superior a las personas que me rodean. Soy siempre una más, siempre M. callada, tranquila, amable y a veces con mi genio. Pero, coño, que no me venga un papanatas a hablarme de trascendencias, ni con ínfulas de intelectual. Lo siento, no puedo tener aprecio por gente así.

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