Es un peluche de Bambi de gran tamaño. No recuerdo cómo llegó a casa, quizás nos tocó en una tómbola de la Feria, pero vaya coñazo tuvo que ser porque es un peluche de buen tamaño e imagino a mi padre cargando con el peluchito por toda la Feria por darle un capricho a sus hijas. Con siete años podía montarme sobre él, como si fuera mi pequeño pony.
Cuando cabalgaba sobre mi Bambi me frotaba sobre su lomo. Adelante y atrás. Me gustaba pero sospechaba que no era apropiado. Me frotaba sin saber qué era mi sexo. Mi sexo era para hacer pipí pero nunca me había agachado para mirarlo. Me gustaba frotarme contra el Bambi y sentirme un poco culpable por ello.
¿Cuándo lo supe? ¿Cuándo me percaté de que mi coño servía para el placer? ¿En mi primer orgasmo, con aquel Lib escondido bajo la butaca? Me pilló tan de sorpresa que me asusté. ¿Cuándo supe que el sexo lo llevaba en la piel? ¿Aquella vez que Paco2 me paró en la calle? ¿La primera vez que sentí una polla apretada contra el vientre? ¿Cuándo supe que tenía poder? ¿La primera vez que me felicitaron por mamarla tan bien? ¿Cuándo supe que el sexo era tan importante que comencé a no darle importancia? ¿La primera vez que me masturbé sin sentirme culpable? ¿La primera vez que tuve sexo con un desconocido? Quizás eso tampoco tenga tanta importancia.
El Bambi sigue en casa. No se por qué. Una vez quise tirarlo pero algo pasó, que no recuerdo, que me lo impidió, una chorrada de camiones de la basura u horarios de recogida de trastos viejos, no se, el caso es que me lo pensé más, me acabó dando pena y ahí sigue en un rincón, viejo y despeluchado. Ya creo que no lo tiraré jamás.
4 comentarios:
Tu sinceridad me encanta. Hace muy poquito tiempo que empecé a leer blogs de este mundo peculiar, y el azar decidió que el tuyo fuera el primero, por ese motivo y porque tu estilo me mola te lei mucho, y seguro que continuaré haciéndolo.
Lectora, lectora...
Gracias, ohma. El sentimiento es recíproco, también me he hecho seguidora tuya y siempre te leo. Un beso.
Deliciosa narración del siempre nuevo surgimiento sexual, nunca hubiese imaginado que en tu caso fuese a lomos de un inocente (no tan inocente) y húerfano Bambi
Por eso no lo he tirado aún y mira que está raído el pobre. Pero es MI AMIGO.
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