viernes, 16 de marzo de 2012

Crónica de un viaje al extranjero


Portugal. Viaje de octavo de EGB. Junio del ... 80?

- Calor infernal en Badajoz. Javi, el gordito, no para de decir los muertos de Badajoz. Es decir se está cagando en los muertos del calor que hace en Badajoz y como yo no estoy acostumbrada a las palabrotas siento que este viaje va a ser algo así como iniciático.
- Dormimos varias niñas en la misma habitación. Es la segunda vez en mi vida que comparto cuarto con amigas. Siempre me siento incómoda. En el cuarto hace un calor infernal y mi amiga A. habla en sueños.
- El Tajo. El puente ese de color rojo. La Torre blanca. Una estatua de un rey. Un parque ... luego hablo del parque. Casi no recuerdo Lisboa.
- El desayuno que nos dan en el hotel es bazofia.
- La comida que nos dan en el hotel es bazofia. 
- Piscina en el hotel. Me siento fatal porque no me depilo las piernas y se me ven los pelos. También me parece que me asoma algo de vello por las bragas del bikini, pero ni me atrevo a mirar.
- Una de las niñas se emborracha en el hotel. Me escandaliza ver a una tía borracha diciendo majaderías y riendo como tonta. Me juro que a mi jamás me verán así -y lo he cumplido-. (Además es de las empollonas. Me siento muy cruel, me gusta haberla visto caer tan bajo, a la empollona de mierda).
- Parque de Lisboa. Voy con dos amigas. Conocemos a tres chicos lisboetas. Tres para tres. Me hago ilusiones. Nos hacemos fotos. Mi amiga intercambia su dirección con uno de ellos.
- Discoteca junto al hotel. Bailo. Me siento junto a las pavas. ¿Por qué coño me he sentado junto a las pavas? Ponen lentos y no me sacan a bailar. Joder.
- Bus de vuelta a casa. Mi amiga A. me traiciona y se sienta junto a un niño horroroso de feo pero que quiere tontear con ella. Me siento junto a otro niño con el que casi nunca he hablado -la verdad es que mi relación con los niños de octavo es mínima. Se llama Abel. Fantaseo con que quiera tontear conmigo aunque a mi no me guste nada. Pero un tonteo es un tonteo y así me como algo antes de llegar a casa.
- Abel duerme en el asiento del autobús y su cabeza se bambolea. Durante unos minutos casi se apoya en mi hombro. Me siento superincómoda y me meneo para que retire la cabeza. Es un aburrimiento de viaje.
- Cuando llego a casa mi madre tiene puchero de cena. Ahora estoy contenta.



2 comentarios:

Marlowe dijo...

Consigues hacer divertido algo que seguramenteno no lo fue tanto. Está muy bien ese tono entre nostálgico y burlón.

Un abrazo.

Mar dijo...

No, no fue tan divertido, pero antes muerta que llorica.

Un abrazo.