domingo, 4 de marzo de 2012

Calle Elvira


Hago un recorrido turístico-sentimental por Granada para comprobar que sigue igual. Las mismas calles encantadoramente cutres de mercerías y de ropa de caballero que nunca cambian y ojalá sea así. Los mismos estudiantes con esa cara que tienen todos de apuntes por estudiar y elevadas expectativas de fiesta. Perroflautas, guiris, japoneses, tiendas de souvenirs, cafeterías-pastelerías con los bollos en el escaparate, bares que proclaman tener las mejores tapas. Typical Tapas.

Hago un premeditado recorrido turístico-sentimental que guardo para mi. Bib-Rambla. ¿Qué ocurrió allí? ¿Ocurrió algo? Tengo el leve recuerdo de estar sentada en un banco y sentir el asombro de mi libertad. Plaza Nueva. Recuerdo un bar donde nos tomamos una cerveza a la una y Pako decía que era para nivelar el alcohol en sangre. Y tuvo razón porque la resaca se me pasó al instante o quizás eran las endorfinas que estaban a tope.

Calle Elvira. Recuerdo que querían montar manifas para hacerla peatonal. Encantadores radikales de aquellos días. La calle sigue teniendo un tráfico endiablado. Las mismas tienduchas, teterías, librerías con libros sobre la Alhambra. La misma atmósfera fría que me agrieta los labios. Miro hacia el mismo balcón y espero ver la cabeza de Fran asomarse, no está aquel bar tan cutre donde me sentí conspiradora, hay nuevas -pero similares- pintadas contra los bancos y contra el kapital. Me pregunto si la única que cambió soy yo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Debemos cambiar, aunque no olvidar.
Besos mil saludos a E.

Mar dijo...

Olvidar es terrible, este blog es un ejercicio para no olvidar. Un beso fuerte, maiKO.