lunes, 9 de agosto de 2010

En el cine

Fuimos al cine a ver Toy Story 3 y llegamos temprano, apenas hicimos cola. Como quedaban cuarenta minutos por lo menos para que empezara, nos fuimos a por un helado y a las seis menos cuarto vimos que la cola ya era enorme. Así que nos pusimos muy contentos de ser tan previsores. Después los niños se compraron palomitas y gominolas. Y esta vez no me equivoqué con la entrada a la sala. Entré por la de los impares y no tuve que dar la vuelta cargada de combos infantiles.

El aire no estaba demasiado fuerte. Ya no quiero más aire acondicionado fuerte, después de la fiebre de julio. Me encanta esperar a que empiece la película, con la gente entrando poco a poco. Pero sobre todo, lo que me encantan son los trailers. Pusieron uno de perritos y gatitos. Y la nueva de Karate Kid, con el niño de Will Smith -lo que me gusta a mi el viejo Karate Kid, dar sera, pulir sera-.

No entiendo a los padres que van de chulitos y les bajan a sus niños Toy Story antes que nadie. Yo me conozco a alguno. No entiendo que no les lleven al cine. El niño llega, el pobrecillo, diciendo, ya he visto Toyestoriiiitres. Pero no hay color. Ver Toy Story en la tele de casa...

No hay gran cosa en el cine este verano -la de Cristopher Nolan será apabullante, pero me suena a ida de olla absoluta-, pero yo ayer flipé con Toy Story. Hay risas -Buzz Lightyear con la voz de El Cigala!!!!-, hay mal rollo -el bebé Grandullón mirando la luna en el columpio-, hay romance -Barbie y Ken, jajajaja- y lágrimas -Andy despidiéndose de Woody. A mi se me saltaron un poquillo las lágrimas y salí del cine algo moqueante.

E. se ríe porque es una peli de muñequitos parlantes y es algo que me suele dar grima. Y si, el Oso Lotso es supergrimoso. Pero estamos hablando de Toy Story!!! De Pixar!!!!.

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