lunes, 21 de junio de 2010

Me pinté las uñas


Me pinté las uñas de color cobre para que hicieran juego con el vestido.

La dependienta de tarde de la sección cosméticos de El Corte Inglés no sabía cuál es el color cobre. Me mandaba a tonos plateados y yo, que no, que este no es cobre. Al final, lo encontré yo sola.

Mi hermana me puso un moño lateral y una flor marrón. El moño me aguantó toda la noche y la flor también.

Sentí muchísima nostalgia en ocasiones. Comí poco. No bebí tanto como pensaba y de copa, sólo tomé un gin-tónic que dejé casi a la mitad. No pensé que iba a sentir tanta nostalgia.

Pensé que esta vez me relacionaría sin problemas, porque estaba toda la familia y no. Fluía a ratos, pero no como yo pensaba.

Mi madre me pilló fumando en una esquina y echó una sonrisita.

Sentí que mis hermanas son más cómplices entre ellas. Un poquito de envidia.

Estuve toda la tarde y gran parte de la noche con un pellizco de angustia en el estómago y aún me pregunto por qué. Soy experta en angustiarme por nada.

Todavía tengo las uñas pintadas, me gusta mirármelas, quedo muy femenina.

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