lunes, 23 de julio de 2012

Cosas eróticas que me dan grima


Manual para el pene-exhibicionista
1. Fotos de pollas. No entiendo a esos tipos que ponen sus fotos de polla para buscar ligue. De verdad que una no se rinde ante una foto de polla, por muy alucinante y tremenda que sea. Un tío que se saca la verga para sumar puntos es un simple. Además, una polla sola no dice nada. Las pollas deben salir en imagen acompañadas del resto del cuerpo, una polla solitaria me recuerda a una marioneta (como el espectáculo aquel).

Aburrido!!!!
2. La lencería negra sin imaginación. Yo, la verdad, estoy bastante aburrida del kit-completo-lencero que se supone una debería llevar para gustar al mundo: medias, liguero y etc. Lo llevan TODAS, como una especie de uniforme del erotismo. (Yo fui a la escuela pública, y eso marca).

A un paso de ser efebo
3. Los hombres depilados. Es antinatural. A mi el vello me mola en casi cualquier cantidad. Poco, medio, mucho, mientras esté bien distribuido, todo me vale. Me excita el vello, supongo que será una parafilia o algo así. Los total-depilados me parecen asi como cobardes. O con poca autoestima. Quitarse algo que sobre, me vale. La depilación absoluta queda como muy efébica, muy praxiteliana,  no me molan los efebos. 

Una de las cosas más horripilantes del mundo
4. La nata y el chocolate. Les tengo un asco tremendo, no puedo ni ver pasteles o tartas que tengan nata o chocolate (lo cual es una suerte en mi cuenta calórica). Visualizar un cuerpo untado de nata o chocolate, pensar en lamerlo... o pensar en mi cuerpo untado de esa pringue repugnante... burp. 

5 comentarios:

Maria dijo...

Disfruto leyéndote, jajaja. Hay cosas en las que coincidimos, por ejemplo: los tios depilados, aunque el osito tampoco me va mucho pero lo prefiero al sin pelos, lo de la lenceria también. A mi no me gusta seguir la norma.
Ahora, una buena polla me pone más que una mini salchicha, aunque ya sé que lo importante son otras cosas meno visibles, y la nata con chocolate, para mi es una combinación perfecta, pero que sean auténticos.
Besos

marita correa dijo...

Cuanta razón tienes Mar! Tengo que confesar que yo probé lo de la nata, jajaja, aparte de lo pegajosos que acabamos, menudo empalago, aghhhh! pero bueno era joven y me creía todas las memeces que contaba el Cosmopolitan.

Mar dijo...

Ehhh, ohma, yo también opino que el tamaño SI importa!!! Lo que no me provoca nada son las fotos de pollas, sin el cuerpo que las acompaña. Ya sabes, esas que ponen algunos tíos en las páginas de contactos.

marita, el Cosmo hizo mucho daño a nuestras tiernas mentes. Algún día escribiré sobre ello. Menos mal que crecimos.

Besos para las dos.

Anónimo dijo...

Ya que nos ponemos... Nos ponemos...;)
Las pollas, como los coños así sin mas son como un quiero y no puedo. Un triste objeto, pero eso es muy masculino.. Les puede su virilidad aunque sea tan sólo la mínima expresión.

Gastar en ropa interior, a mi manera de ver es una pérdida de dinero, siempre dice que les pone y cuando te tienen enfrente dura puesta lo que un caramelo en la puerta de un colegio. Reconozco que cuando era jovencita, me chiflaba y tenia conjuntos monísimos... Ahora, la uso siempre que sea imprescindible... Sin mas.

Los hombres cada vez se feminizan mas, que no es malo ni bueno, pero yo para eso me follo a una mujer y me quedo tan feliz. Dame pelo. Y quítame metrosexualidad.

En cuanto al chocolate con nata.. A mi me gustan... Pero prefiero la tarta de zanahoria mil veces. ;)

mas besos y feliz verano
AH, Saludos a E.

Mar dijo...

Jajaja, dame pelo y quítame metrosexualidad, me gusta la frase!!!

Mil besos, reina mora.