martes, 16 de diciembre de 2014

Utilidad de facebook

Por ejemplo, para encontrar, yendo del amigo del amigo de un amigo, una vieja escena que no recordaba. Rostros tan jóvenes, T. con más pelo, S. con menos arrugas. Y ellos, a los que había olvidado y formaron parte de un tiempo en el que yo era ... ¿cómo definirme?

¿Inconsciente?
¿Impaciente?
¿Intrépida?
¿Ingenua?

¿Más ingenua aún?

Y no hace tanto tiempo de tal fotografía, sólo junio del año 2000. Tantas cosas en junio del año 2000. Tan distinta, tan lejana, tan irreconocible. Esa soy yo en ese tiempo y en esa fotografía en la que no salgo pero estoy.

Está C., del que ya he hablado aquí pero no me apetece buscar la entrada donde lo hice. Por ahí andará, la entrada y él, de nuevo le pongo rostro porque soy tan inconstante que lo olvidé. No me enamoré de él pero si me hubiera enamorado tampoco recordaría su rostro. Pero para eso sirve facebook, para ponerte delante de las narices un rostro que te llena de melancolía y buenos recuerdos. Un rostro que, maldita sea, no recordaba, ninguna de aquellas canas, ese cabello crespo y la cara huesuda, la boca besable que jamás besé pero no me faltaron ganas (y creo que tampoco le faltaron a él, a pesar de que yo no pasaba por mi mejor momento). Sólo su rostro pero él me lleva a su cuerpo delgado, a sus bromas, a su voz que creo era grave y me gustaba tanto, a su forma de mirarme, A mi es que ciertas formas de mirar, de mirarme, me dejan vendida, me dejan medio enamorada.

Aunque luego se me olvide, un poco, sólo un poco.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si los momentos fueron buenos, una felicidad recordarlos.

Mar dijo...

Aquí tienes a una experta.