martes, 23 de abril de 2013

Rodeada de libros (y enciclopedias)


Una de las veces que más feliz he sido fue vendiendo libros en una Feria del Libro. O más bien enciclopedias. Me sentaba un buen rato por la mañana y otro buen rato por la tarde en el stand, rodeada de libros y era mi pequeño paraíso. No recuerdo si vendí, ni siquiera el dinero que gané. Recuerdo pasar horas tranquilas hojeando enciclopedias. Todo el saber estaba allí y aquello era una delicia. Enciclopedias de Historia Universal y de Historia de España, diccionarios enciclopédicos, enciclopedias de cine, de decoración, de cocina, atlas históricos y atlas geográficos, enciclopedias del motor, de las ciencias y de los inventos. Todo.

Aquella era una pequeña Feria del Libro en primavera. No se imaginen calles enteras, sino un pequeño puñado de puestos muy coquetos. No había escritores famosos firmando libros y sí muchas palomas atracándose de gusanitos y gente arriba y abajo que preguntaba, curioseaba, paseaba. Recuerdo que me ponía nerviosa uno de esos locos que abundan en mi pueblo, que aparecía invariablemente a media tarde y hojeaba libros con un cigarrillo entre los dedos. Tenía dedos sucios y el cigarrillo, invariablemente también, estaba en las últimas y derramaba ceniza. Me ponía muy nerviosa aquel loco que toqueteaba libros y no decía ni mu.

Pero la mayoría de mis recuerdos de esa semana son gratos. Hizo un tiempo espléndido y sólo llovió una mañana, una lluvia muy suave que desapareció pronto y dejó un aroma limpio.  Estrené una chaqueta que me hizo mi madre, de lino y a rayas; vestía de blanco y tierra y me sentía en paz. Recuerdo sentirme bien por primera vez en todo aquel año, tenía dieciocho y sentía el peso de mi fracaso y mi cobardía, era joven y me sentía muy triste. Hasta aquella primavera.

5 comentarios:

m dijo...

Me ha gustado esta entrada, me gusta como escribes, y la memoria que tienes joeeeeeee
Mua

Maria dijo...

A ver... ande andas mujé? Hacia tiempo que no te leia.
Pos sigues igual de campeona!
A mi con 18 tacos me encantaría tener un trabajo así también. Al menos leería gratis.
Bicos.

Mar dijo...

maiKO, si que tengo memoria, jajaja, y siempre digo que escribo aquí por si llegara el día en que la perdiera. De todas formas esos días fueron muy especiales, unos días de renacer incluso, tras una mala racha. Y del loco me acuerdo estupendamente porque aparecía todas las tardes.

Besos mil.


ohma, hola!!! qué bien verte de nuevo.
Yo sólo he trabajado en una Feria del Libro en aquella ocasión. Una lástima no poder repetir. También he fantaseado a menudo con tener una librería pequeña y hacer tertulias literarias en ella, recomendar libros, cosas así.

Un besote.

Maria dijo...

La idea es muy romántica pero no creo que fuera rentable, y ya sabes,en estos casos sólo gente rica puede permitirse ese lujo.

Mar dijo...

Nada rentable y muy fantasiosa. Pero por fantasear que no quede.