jueves, 21 de febrero de 2013

Rosas en el mar

Hay un momento en que dejan de emocionarte las viejas canciones. Dejas de notar ese cosquilleo en el pecho y los ojos un poco llorosos. Es un momento jodido porque piensas si te habrás vuelto una bruta insensible. Temes si te habrás vuelto eso que siempre odiaste: una cínica y una descreida.

La paradoja reside en que ahora aprecias ser una cínica y una descreída en según qué asuntos. Leo ciertas polémicas absurdas en twitter y me rechina el corazón. Es un síntoma de mi madurez, claro, lo cual en el fondo me resulta grato. En la madurez tiendes al justo medio aristotélico y a esas polémicas absurdas sólo le dedicas un gesto despectivo.

Pero a veces echas de menos el temblor.

Por casualidad escuché este viejo tema de Aute y recordé a SG, con quien tuve un leve flirteo en su coche y unos cuantos besos apresurados hace un  buen puñado de años. Me puso el viejo truco de Aute en el radiocassete para enternecerme sin darse cuenta que a mi no me hacen falta. Yo me pongo -¿me ponía?- blandita a las primeras de cambio porque soy así, una blanda y una mendiga del amor y del toqueteo. Lo que pasa es que lo disimulo muy bien.

Hubo un tiempo en que cada vez que escuchaba a Aute recordaba a SG. Por el detalle del coche, ya digo. De esos detalles que te hacen pensar en lo simples que son algunos caballeros: pensar que se estaba ligando a la tía buena del lugar y no darse cuenta que lo usé para tener una puntada más en mi ajuar. Una emoción más que sumar en mi saldo sentimental.

A veces echas de menos el temblor, pero sólo lo justo.



8 comentarios:

m dijo...

AYYYYY cariño si es que nos hacemos mayores, es bueno a veces echar de menos ese temblor que señalas, pero me gusta que solo sea lo justo y necesario, ser masoquista emocional musicalmente hablando es un coñazo.

Un beso enorme, te quiere la loquita!!!!!!!

Anónimo dijo...

Estimada Mar, ¿cómo se compatibiliza "...a mi no me hacen falta. Yo me pongo -¿me ponía?- blandita a las primeras de cambio porque soy así, una blanda y una mendiga del amor..." con "...pensar que se estaba ligando a la tía buena del lugar y no darse cuenta que lo usé para tener una puntada más en mi ajuar"?

¿Cuál será la verdadera Mar? ¿Las dos? ¿convive una niña tierna con una pequeña bruja? ¿o habrá sido la misma cínica y descreida de hoy pero con menos experiencia?

Ah, las mujeres. Un misterio insondable.

Besos & abrazos mil

Anónimo dijo...

Todo dicho con cariño.
Besos

Mar dijo...

Masoquismo, sólo el justo y necesario.

Besotes grandes.

Mar dijo...

Te aseguro que es perfectamente compatible y que no hay misterio, quizás unas cuantas capas como las cebollas.

Besos.

Mar dijo...

No hace falta ni que lo digas, James.

marita correa dijo...

Es verdad que con la edad sientes diferente, no es que sientas menos, pero te tomas las emociones de otra manera, y aunque yo prefiero esta forma de sentir, el otro día me pasó algo al encontrarme sin esperarlo con alguien al que "aprecio" de una manera especial, el corazón me dio un vuelco y sentí ese temblor, y tengo que decir que fue maravilloso volver a sentirlo.

Mar dijo...

Si, entiendo lo que quieres decir, aún hay momentos en los que disfrutamos ese temblor. No todo está perdido, afortunadamente.