Los pedantes son una monada. Les dediqué un texto hace tiempo y ya somos como viejos amigos. Me resultan monos porque son previsibles. Los ves venir, abren la boca y ya sabes qué van a decir. Entonces ladeas la cabeza y piensas: qué mono, qué listo y qué salado.
Como son previsibles no resultan dañinos ni molestos. La pedantería es lo que tiene: te acostumbras a convivir con ella y no pasa nada, a lo sumo te da para escribir un post y -ojalá- haces reír a tus lectores. Además, te ayuda a valorar mejor lo que tienes o conoces: esos caballeros no pedantes que son hombres como la copa de un pino. En cambio, los pedantes son sólo una ricura, poco dignos de admirar.
A menudo se ponen en modo condescendiente. Ellos no se dan cuenta y lo hacen cuando están a la defensiva. Los pedantes suelen carecer de argumentos sólidos y recurren a la pedantería -o a la condescendencia- para epatar. Tú les caes mal o les apetece hacer una gracia o les apetece desahogarse un ratito y te sueltan una pose de perdonavidas. Sin argumentos, claro, porque no llegan a tanto. O con argumentos mediocremente llevados o mal hilvanados: los pedantes suelen embrollarse con sus discursos -se admiran mucho a sí mismos y eso obnubila.
Son decorativos, como las figuritas de Lladró, un poco viejunos y cursis, pero inofensivos a la vista si te acostumbras a verlos a diario. A mi me gusta verlos cuando se ponen como ejemplo de cultura. Cuando se erigen en icono -Lladró, pero iconos- y se ven a si mismos tan irresistibles. Se creen muy en serio su papel, ya digo que son una monada.
3 comentarios:
Me caen bien los francotiradores, no lo tomes como halago, me caen bien realmente.
No es secilla la crítica desde la supuesta admiración o simpatía, porque se nota facilmente ironía y más facilmente la exageración, por eso destaco tu manejo natural de la forma. Si fuera una especie de corrector, diría que tal vez sería aún más incisiva, si desearas moderar un poquito la posición de madre encantada con su niño de de tres años. Pero es solamente una opinión de aficionado, que no hace que no considere perfecta tu entrada.
Besos
Una vez conocí una sumisa... pedante como ella sola pero tenía un toque tierno, naif, inculto y elitista. Encontró la horma de su zapato, pedante y resabidillo y ahora me paso la vida evitándolos...
Me alegro que tu les veas el lado cómico yo solo les veo el lamentable...
Besito muy dulce, te sigo super atenta
James, si, me he pasado con el tono maternal. Supongo que me dan lástima, creo que se sienten muy solos. Besos.
shurime, verle el lado cómico sirve para desintoxicarse. Un beso grande. Yo también te sigo.
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