sábado, 7 de mayo de 2011

Mamá mona contra la pediculosis

Es un tema asquerosito, lo se, pero es lo que hay, no vamos a estar todo el día que jijijaja. Hay temas asquerositos y obviarlos sería irreal. Piojos. Piojos en las cabecitas de los niños y en la mía propia.

Yo vivía feliz en un limbo de  ignorancia y cabezas impolutas y ahora lo se casi todo acerca de liendres y ninfas. Que nombre tan lindo para un bicho asqueroso. Las ninfas son piojitos pequeñines con sus patitas pequeñinas. Son incombustibles, inmortales, invencibles. Llevo días enteros agarrada a la liendrera -palabra repugnante- pensando que este es el último huevecillo que queda.

Creo que ya estan muertos, los huevines, pero no me fio del todo. Creo que ya arrastro cadáveres con las púas diminutas del peine devastador. Es desesperante.

Soy una mona que pasa horas hurgando y despiojando a sus monitos.

Tengo un arsenal. Vinagre, gorros, huesos de chirimoya, colonia, liendreras, mis propios dedos. Venceré.

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