martes, 10 de mayo de 2011

Leyendo

Además del novelón de Ken Follet -en su línea antisoporífera- estoy leyendo el libro de la izquierda. Nunca había leído un libro sobre gastronomía. No sé dónde encontré una recomendación acerca de Harold McGee. Ha sido un acierto.

Casi  nunca me gusta cocinar. Hace muchos años si me gustaba  -o la gente pensaba que me gustaba-. Cuando vivía en mi piso de estudiantes, yo era la que guisaba mejor. Las demás no salían de la tortilla a la francesa y yo preparaba unos guisoteos de lujo. Iba a la plaza los sábados, ese precioso Mercado de Cádiz, y me empeñaba en preparar a mis compañeras comidas sanas y tradicionales. Yo era famosa, entre la gente que frecuentaba el piso, por mis habas con jamón, las cocinaba con muchísimo cuidado, echándole caldo del puchero y jamón de bueno. Era la receta que aprendí de mi madre.

La mayoría de las cosas que cocino son lo que aprendí de mi madre y de mi abuela. Hago la misma carne guisada que hacen ellas, con su majado de pan frito. Hago las mismas lentejas que mi madre, con poquísima pringue. Y la salsa boloñesa que un día aprendimos, a la vez, mi madre y yo, con su apio, su puerro y sus zanahorias. Tengo varios libros de recetas, el que tiene todo el mundo de Simone Ortega, uno de cocina gaditana que siempre consulto para el atún encebollao y las papas con choco. También tengo una libreta gorda donde he ido recopilando recetas que encuentro en revistas. La mayoría nunca las hice. Y algunas que hice fueron un rotundo desastre.

Hay muchas cosas que no se hacer, o que nunca cocinaré. Me veo incapaz. Soy nefasta en las presentaciones. Yo te zampo la comida en el plato, pero no me pidas que la presente con mariconadas ni perejiles. No se, no me sale, no tengo tiempo. De vez en cuando me gusta hacer algo nuevo, pero sencillito. Y que se haga rápido. Comer si que me gusta. Eso sí.

El libro de Harold McGee no es de recetas, eso no me interesa. Es un libro sobre alimentos, sobre lo que ocurre cuando se cocinan, lo que les pasa a las proteínas, a los hidratos y a las grasas. Sobre técnicas y lo que ocurre cuando se asa, cuando se fríe, cuando se hierve. Es un libro fabuloso.

No hay comentarios: