martes, 5 de agosto de 2014

Goodbye stranger it´s been nice

Ayer pasé el día como alma en pena por una contractura en el cuello. Culpa de las corrientes de aire en el cuarto por la noche. Iba del sofá a la cama y no hubo playa, aunque leí mucho. Intentaba no lamentarme demasiado pero dolía y me fastidiaba no poder estar activa. (P. dice que me sobra autoconmiseración pero yo creo que un poquito no viene mal, si no me saldría un blog de tía repelente.)

El caso es que me acosté relativamente temprano y me puse a cantar karaoke. En plan cutre, echada en la cama y bajito, pero relaja una barbaridad. Empecé por California dreamin´ haciendo la voz de los papas, no de las mamas. Pasé por Madonna y Like a prayer que queda muy épica y acabé con los viejos y queridos Supertramp.

¿He escrito aquí sobre los viejos y queridos Supertramp y mi amiga AB? Supongo que si. Con dieciséis años y la mente llena de ideas para cambiar el mundo, las canciones de Supertramp eran nuestra banda sonora, las de AB y mía. Nos sentábamos en el cuarto de su hermano, sobre la moqueta, y poníamos los discos; nuestro favorito forever and ever era Breakfast in América pero también quemamos el de Crisis. Hicimos una coreografía con The meaning que nos quedaba chulísima y era en plan Salvemos el Mundo y la Naturaleza.. A nosotras la conciencia ecológica nos traía de cabeza.

Así que anoche encontré varios temas de Supertramp en karaoke y los canté bajito. No son muy de fiesta, School se hace eterno (AB me insistía, cuando poníamos School, en los gritos de los niños y ese grito final antes de que Roger Hodson se ponga con I can see you in the morning when you go to schooool. Tremendo.)

Me dormí la mar de feliz -sudada pero feliz-, recordando los viejos tiempos, llena de melancolía diáfana y esta mañana desperté con Goodbye strangers en la cabeza, de esas veces que no se te despega una canción. La cabeza bulle. Son mis vacaciones.


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