He encontrado un buen blog escrito por un chico esclavo. Escribe bien, de forma sencilla y contundente, no se pierde en florituras. Las fotografías no son la horterada cutre-porno que suele adornar los blogs de tíos. Narra sus experiencias, que me da igual si son reales o inventadas, como esclavo con Amo adorado y bla, bla, bla. Pero ya digo, sin ñoñerías. Una relación D/s contundente y sin concesiones, es muy grato ser voyeur de dos masculinidades enfrentadas.
Pero tiene el defecto de la gran mayoría de blogs dedicados a las relaciones BDSM: es serio de solemnidad. A menudo cuando leo esas descripciones de torturas, sumisión y tal parece que estoy asistiendo a un funeral, joder. Se me podrá objetar que una sesión de tortura y sumisión es una cosa muy seria y no digo yo lo contrario. Es seria, protocolaria y uno está metido en el papel, no hay cachondeo que valga. De acuerdo. Pero yo hablo del momento de describirlo. Una lee esos relatos y se acongoja.
Leo muchos blogs que hablan de relaciones BDSM y en casi todos echo en falta la sana burla, las dosis de autoironía que definen al escritor inteligente. El blog de este chavalote esclavo ganaría muchos puntos si hiciera uso del buen humor. El BDSM, el que se lee en la red, tiene una apariencia triste y grandilocuente y eso, todos lo sabemos, es rotundamente falso.
2 comentarios:
Coincido contigo. Para tomarse en serio las cosas (y a las personas) hay que ser capaz de reírse de ellas. Empezando por uno mismo.
Un abrazo.
Eso siempre, reirse de uno mismo da años de vida.
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