jueves, 15 de abril de 2010

Un post que no sale

Anoche estaba intentando escribir un bello aunque levemente irónico post sobre el amor y lo que implica ser una sumisa enamorada. Como estaba bastante cansada, lo dejé sin publicar, bien guardado en esa maravillosa carpeta que se llama "Editar entradas" y que tan útil es. No lo publiqué como hago otras veces casi sin pensar porque:

a) faltaba una conclusión
b) me estaba quedando pedante y petulante
c) no tenía claro si me estaba quedando sincero

Hace un momento me puse a editarlo. Cuando llevo varios días sin publicar nada aquí me entra sindrome de abstinencia. Además, pienso que E. está esperando mi post y siento que tengo que escribir, lo que sea, para que me lea y se ría un poco. Y se excite otro poco también. Pero lo que había escrito anoche seguía sin convencerme. Hablaba del amor de las sumisas y de la dependencia emocional hacia los Amos. Me estaba quedando del tipo manual autoayuda odioso. Y pedante. Así que le di a esa otra maravillosa tecla que es "Suprimir".

Las profundas reflexiones sobre el amor, la sumisión y la dependencia emocional creo que se quedarán en el limbo. No valgo para profundas disertaciones. Porque además, ¿qué rollo es ese de la dependencia emocional? Y además, ¿otro post ñoño sobre el amor en el BDSM? ¿Más teoría? ¿Más intensidad teórica que no llega a nada?

Esta mañana, mientras la conversación era trivial y lenta, suave, fui ordenando el armario de mi ropa. Logré llenar una gran bolsa negra de plástico con ropa que ya no me pongo. Yo, para deshacerme de ropa, tiene que haberme dado un aire o algo así, tengo un minisíndrome de Diógenes y no me gusta tirar nada, "por si acaso". Pero la conversación con E. era tan relajada, tan dulce, que fui llenando la bolsa sin darme cuenta. La tiré al contenedor de ropa para reciclar y cuando se lo diga a mi madre, se pondrá muy contenta.

(Rei del meu cor, t´estimo)

(sondemar, te echo de menos)

No hay comentarios: