miércoles, 22 de julio de 2009

Jornadas de puertas cerradas

M., que sabe latín, dice que estoy llena de puertas, unas cerradas y otras abiertas. Lo ha sacado de un tema de Pedro Guerra, jaja, Pedro Guerra, la manía que le tengo. Pero no se si porque M. me la dedicó un día o porque la puñetera canción es preciosa... en fin, le di una oportunidad. A la canción, a él le tengo en cuarentena.

El caso es que estoy en jornada de puertas cerradas. Y a M. le debo la expresión. Me gusta esa expresión, pero no me recreo en el cierre. Ni me recreo ni me dejo de recrear. Estar en puertas cerradas es un dejarse llevar. Es ser tortuga escondida, un autismo feliz.

Son jornadas propias del verano. Me levanto más tarde y no hago mucho por la causa. Es un lento parasitar de sueños y un lento pasear por la playa mirando.

Pero por mucha lentitud, autismo y recogimiento meditabundo, estoy.

No hay comentarios: