miércoles, 5 de noviembre de 2014

Steve, mis hermanas, Beverly Hills


Sharknado 2. Ha sido una epifanía. La película más tonta, divertida y surrealista que he visto últimamente y sin premeditación. Para verla no se puede ser gafapasta aburriiiido. Yo conozco un buen puñado de aburriiiidos con los que no podría hablar de Sharknado 2.

Pero están mis hermanas.

El protagonista de Sharknado ( la 1 y la 2) es Ian Ziering. Pero la gente de mi edad (no aburriiida) lo conoce como Steve, el rubio de Sensación de vivir. Y nadie que yo conozca la llama por el nombre original de Berverly Hills, 90210. Todos la llamamos Sensación de vivir, la serie de Brandon y Brenda. Y Steve.

Ni a mis hermanas ni a mi nos gustaba Steve por demasiado rubio, demasiado pijo, demasiado estúpido. A nosotras, por supuesto, el que nos molaba era Dylan, el malote. Cuando salía Steve, nosotras abucheábamos. Era lo peor, unos de esos seres míticos y malvados podridos de dinero. Y rubio por los cuatro costados. Nosotras no conocíamos a nadie así y resultaba exótico.

Fue casi el último verano que pasamos juntas, el verano completo, los dos largos meses de verano. Veíamos Sensación de vivir tiradas en las butacas del salón, después del almuerzo, en bragas y camiseta, en chanclas, felices de la vida, las tres juntas, el último verano.

Eran Steve, Dylan, Kelly, Brenda y Brandon y un no parar de tramas locas, descapotables, fiestorros y ropa cara. Era una hora deseada, perezosa, una hora cómplice. Cuánto nos gustaba ver series tontas, pelis tontas, programas cutres y tontísimos y cuánto nos gusta aún reunirnos (tan pocas veces) para seguir viendo lo mismo. Porque no somos unas aburriiidas y nos reímos de nuestra sombra.

Sharknado 2. La segunda parte que transcurre en Nueva York, con tornados en los que vuelan tiburones ENORMES y sale Steve, el de Sensación de vivir.

Y aún puedo compartirlo con ellas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La memoria funciona de unas formas apasionantes... un perfume, un lugar, una serie! puede transportarnos al mismísimo momento, feliz momento que compartimos con seres amados. Es genial ello (y también puede jugarte malas pasadas, cómo no! jejeje)

Y sí... siempre nos gusta el "malote" xDD! en las series y en la puta vida real, lo demás carece de sabor... jajaja!

Buen jueves, Mar :)

Mar dijo...

Ah,a mi ya no me gustan los malotes. Superé esa enfermedad.

Buen fin de semana, Nicky.