viernes, 7 de noviembre de 2014

Por qué no me gustan ya los malotes

Porque son predecibles. No es que yo haya conocido a chorrocientos malotes pero entre los que he tratado directamente, los que he observado y aquellos de los que me han revelado sus hazañas ya me he hecho una buena idea de sus costumbres y rutinas. Son todas iguales. Los malotes siempre hacen lo mismo así que relacionarse con un malote -para las que nos dedicamos a la observación humana- es una tarea que no arroja sorpresas.

Porque dañan la salud. Yo ya no estoy para muchos trotes y lo único nocivo que me meto en el cuerpo son los cigarrillos-de-socializar, la cerveza de salir de tapas, el vino de la cena y cuatro cosas con colesterol. El relacionarme con malotes no entra en mis planes de  vida sana y saludable y a ser posible, ecológica. Lo malotes son dañinos y ocasionan problemas de insomnio, malcomer, lloreras y horas muertas en internet. Una mierda de vida.

Porque son objeto de deseo generalizado. A las mujeres como yo, que vamos de excéntricas y singulares, un malote es como una prenda de moda. Todo el mundo la lleva y no es nada original. Los malotes estan muy vistos como objeto de deseo. No son rarezas. No son únicos. No son seres exquisitos ni apetecibles.

Porque no merecen la pena. A estas alturas perder el tiempo con un tipo al que le mola portarse mal a mi ya no me seduce. Existe la teoría de que los malotes follan muy bien. Es un mito. Lo digo yo. Los malotes de verdad tienen mucha percha pero nah. Los malotes miran que te derrites pero detrás de la mirada, nah. Los malotes dicen susurran cosas que emocionan a las nenas pero tras su intensidad, nah. Los malotes pasean estilosos pero les desnudas y nah.

Porque el  bien siempre vence. Porque me gusta estar de parte de los buenos. Porque los buenos, detrás de su sosera aparente, detrás de su pinta de no romper un plato, detrás de su vida supuestamente gris, son los que en realidad se quedan con la chica. Los que nunca fallan Porque de verdad sorprenden. Lo se bien.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver, joder! yo hablaba de gusto, de mirar, no de joderte la existencia con un hdp xD!!!!

Mar dijo...

Porque tú eres una chica lista como yo.

Blue Silence dijo...

Yo también he conocido malotes...desde jovencita...y no sé porqué pero siempre huí de ellos...a parte que no me creía nada de lo que decían...pero claro yo siempre he sido bastante descreída en todo...Y prefiero mil veces lo cotidiano a que me vendan la moto...
Ya bastante me la vendo yo solita...
Bueno...al fin me decidí a comentar...siempre te leo.
Un saludo.

Mar dijo...

El encanto de lo cotidiano, que no tiene por qué ser mediocre.

Gracias por leer y comentar, NOVAK. Saludos.