viernes, 3 de enero de 2014

El juego más traumático del mundo

Cafroncio jugando AL MATAR

Es el balón prisionero. Pero en mi pueblo le llamamos JUGAR AL MATAR.

Yo aún no he superado el trauma del JUGAR AL MATAR de cuando estaba en el colegio. Una vez, en un típico encuentro de matrimonios con hijos en casa rural alguien propuso una partida de JUGAR AL MATAR y yo fui la única que no jugó. Quedé socialmente fatal, pero que les den. Yo jamás volveré a pasar por aquello.

Ya saben el protocolo. Las pavas sufrimos mucho en todos los pasos, a saber:

La selección: los jefes de equipo, que ya sabemos que son los guays de la clase, van eligiendo gente para el equipo y las pavas siempre quedamos de las últimas. Como siempre había en clase una más pava, yo normalmente quedaba la penúltima o antepenúltima lo cual no quita que fuera un rato humillante. Porque sabes que te eligen de pena y sabes que lo vas a hacer de pena. Las pavas que, como yo, además aborrecen el juego en equipo, lo ponemos realmente difícil porque no seguimos estrategia ni hacemos caso a las instrucciones del juego. Vamos a nuestra putísima bola.  Nos lo recriminan a bocinazos pero nah, nosotras a lo nuestro, a estorbar mientras intentas pasar desapercibida. Pura estrategia de superviviente marginal.

El juego: las pavas tenemos dos opciones, que siempre dependen de la peña del equipo contrario. Una, que te eliminen a la primera porque lógicamente una pava es carne de cañón desde el minuto cero. La otra es que pasen de ti y no te tiren balones, lo cual es un coñazo agotador, porque quedas de las últimas y sufres más rato. Y quedas más rato en evidencia, también. (Obvio la opción coger el balón y tirarlo porque a las pavas, en situaciones de alto estrés, se nos anestesian los dedos y se nos resbala todo)

La eliminación: al JUGAR AL MATAR te eliminan cuando te pegan con el balón. Si el hecho de que te eliminen pronto ya es humillante, que lo hagan con un balonazo chungo ya es bochornoso de manual. Ese balonazo en la cara o peor, el balonazo en las tetas, el penoso balonazo en la tetas que supongo que será igual de jodido que el balonazo en los huevos. Yo siempre me llevaba uno u otro, era cuestión de suerte: balonazo en la cara o balonazo en las tetas. Joder. (Y además no quedas eliminado sino que te vas MUERTA a la parte de atrás y sigues jugando, pero MUERTA. Y no te libras de más balonazos).

Final del juego: que tu equipo gane gracias a ti, la tercera niña más pava de la clase, es la hostia, Una vez me pasó. Lo cual no me llevó a creerme la reina del juego (yo era una niña muy fantasiosa y siempre me montaba paranoias sublimes, como que el malote-guapo de clase me amara en secreto). Esta noche he soñado que jugaba AL MATAR en una piscina, era una especie de waterpolo-prisionero y salían tres guapos-malotes que elegían equipo. En el sueño yo no llegaba a jugar, ni siquiera era elegida por ningún guapo-malote, pero me desperté pelín angustiada. Aunque me ha venido bien porque no tenía ni idea de qué escribir como primer post del año. Y mola un post evocador, aunque sea una evocación traumática.







2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Mar.
Me llamo Rodolfo y tengo algo mas de 60.
Dí por casualidad en una BDSM y llevo cuatro días pegado al ordenador. Me atrajo todo lo bueno que fui descubriendo en algo a lo que le di vuelta la cara siempre, considerándolo una práctica sado-masoquista, de personas que buscaban el dolor en lugar del placer. No sabía como se denominaba, ni sabía cuánto hay detrás y desde tanto tiempo.
Podría estar horas escribiéndote sobre el tema. Argumentando razones, prejuicios, desconocimiento sobre todo.
Pero yo te escribopara agradecerte todo el sentido común que pones en "tu anti-teoría". Claro, "todo no debe ser otra cosa que un juego". Cómo se podría sostener si no, que bien uno elija ser Amo o sumiso o al revés hay uno solo o sola que se porta mal o no aprende y debe recibir castigo por parte de alguien que en principio, Ama o Amo tiene el único poder de juzgar y castigar?. Y sobre todo de no equivocarse siquiera.
Y mira por dónde!! Hace 15 años me enamoré locamente de una mujer que sin decirme nada, yo intuía por sus conductas, que me demandaba lo que no podía ni siquiera entender. Que la sometiera. Debía de ser un "juego" de a dos, claro; pero como estaba enamorado jugaba conmigo.
Vale ya. Te comento que soy actor, por lo tanto no veas las ganas que tengo de ponerme a jugar ahora que se que es un juego.
Mar, es fantástica toda la poesía que atrae esta práctica. Sobre todo muy buena.Te dejo una mía.

El mar movió una piedra
antigua
como el miedo

Página del día
suelta
La noche
fue arrestada en la orilla

En balcones
tus ojos
pude ver la ciudad

Aprender
que no es temblar
estremecerse.

Mar dijo...

Un poema precioso, gracias por compartirlo. Te deseo todo lo mejor con tu amor y que con ella disfrutes de los placeres del "juego".

Un abrazo.