En casa, porque es uno de esos días al que le viene muy bien el calificativo de desapacible.
En casa, porque el más pequeño anda con mocos, tos y dolor de oídos y vamos todo el día con el dalsy a cuestas.
En casa, mirando películas (Charlie y la fábrica de chocolate versión Gene Wilder me gustó más que la sobrevalorada de Tim Burton).
En casa, jugando a Harry Potter en la Nintendo (el único al que soy capaz de jugar).
En casa, leyendo Luces del Norte.
En casa, dejando pasar el tiempo lentamente y sin desear nada más.
8 comentarios:
Sin deseos = Nirvana.
Salud, Mar
Un mini-Nirvana de diciembre. Bienvenido sea.
Un abrazo, James.
Bueno, nada es permanente...que tu peque se vaya recuperando y me imágino que te darán paliza con la nintendo eh? jaja ;)
Besos!
Suena maravilloso (menos lo del peque enfermo claro). Me encanta quedarme en casa haciendo lo que me gusta...esun placer de dioses.
Besitos y el enano que se mejore.
Vaya si me dan la paliza, pero también me dicen truquitos.
Besos.
Pequeños grandes placeres, si.
Besitos. Ya mejoró.
Un placer quedarse en casa cuando no tienes en la mente limpiar ventanas, cocina, baños, gggggrrrrrrrrrrrr, maravilloso si no hay nada que hacer.....
Un saludo, pronta mejoría para tu peque
Por eso es maravilloso el plan. Porque no se da con frecuencia, jajaja.
Saludos y muchas gracias.
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