lunes, 9 de enero de 2012

Blade Runner en Madrid

Para mucha gente de mi generación, Blade Runner es un hito. Para mi, la primera película donde comprendí que la ciencia ficción podía tener poesía y que, a veces, podía ser bella de una manera siniestra. Esos títulos iniciales, Los Ángeles en constante lluvia, el anuncio de la japonesa ... Te enamorabas de Harrison Ford al instante y te entraban ganas de acunarlo, de tanto que sufría el pobre. Y Roy ... al final también te enamorabas de él, jo, no había otro como él. Quien no haya usado alguna vez para molar el  Yo he visto cosas que vosotros no creeríais que levante la mano.

Me gustaba tanto Blade Runner que me leí la novela de Philip K. Dick para llevarme el chasco de mi vida. Por una vez, la peli superaba al original. Ni discurso de Roy, ni japonesa, ni nada. No he visto, ni pienso ver el Director´s cut ni el montaje final, esos montajes que se sacan para conmemorar aniversarios y sacarse unas perrillas. No quiero que me cambien el final que vi por primera vez. Qué pasa. Me gustan los finales felices.

Ahora estoy leyendo Lágrimas en la lluvia y me dan las tantas porque es absorbente y engancha muchísimo, tiene una protagonista fantástica, más chula que un ocho y es muy divertido ver Madrid convertida en ciudad del futuro -chunga y deprimente- acostumbrados como estamos a Los Ángeles o Nueva York. Me va a durar poco, la novela, pero por una vez no me importa porque tengo un buen puñado de libros en espera. Por lo menos nueve libros, todos igual de apetitosos. Es una felicidad.

3 comentarios:

Marlowe dijo...

Tomo nota de la lectura. Blade Runner solo me conmovió cuando la estrenaron. Después, las dos o tres veces más que la vi, me dejó bastante frío. Tengo la sensación de que es más un fetiche que una gran película. Pero las sensaciones son solo eso, sensaciones.

Un saludo,

Mar dijo...

Es lo malo de las pelis con categoría de mito, que a veces pasa el tiempo por ellas y no saben igual. Yo, de Blade Runner, me quedo con escenas concretas (el test de Voight-Kampf a Rachel, la persecución a Zhora, la lucha con Pris, la entrevista con Tyrell ... y Roy), el resto quizás resulte plomizo.

Bueno, también me quedo con la musica de Vangelis, la lluvia en L.A. y esos puestos de fideos chinos, con el gran Edward James Olmos...

Vaya, que al final casi me quedo con toda la peli.

Saludos.

Darth Vincent dijo...

Hola Mar! Entré a tu blog, siguiendo la entrada del libro Ética Promiscua, de visita y me quedé, como canta El Kanka, jajaja! Me atrapó tu estilo desnudo, sincero y frontal, a ratos descarnado, a ratos repleto de una ternura retrospectiva, nada autocomplaciente...y, por aquí ando, entregado a la lectura voraz y egoísta, encantado en el recorrido de tus primeros 4 años...y sumando!
Llegado a este punto y, con la entrada de Blade Runner, mi película de cabecera, me animé a dar el paso de stalker, cual anónimo susurrante de peli de sobremesa en Antena 3, a la luz...
Yo levanto la mano...no usé nunca, nunca, nunca para molar el Yo he visto...

Yo siempre utilicé la de "Todos esos momentos se perderán en el tiempo; como lágrimas en la lluvia" jajaja. Un abrazote de esos que, intuyo, no te gusta prodigar.